Carlos Sainz cumple 60 años: la mayor leyenda del automovilismo español en la que se mira Alonso

Hay casos únicos en el mundo del deporte que requieren de muchas excepciones a la hora de describirles. En un momento en el que cada vez es más normal ver a adolescentes, cuando no niños, empezar a competir junto a competidores ya bien formados, es extraño ver en prácticamente cualquier disciplina a deportistas mayores de 30-35 años.
Por eso es tan especial la situación de Carlos Sainz. El ‘Matador’ cumple este 12 de abril 60 años y se mantiene no sólo en activo, sino en la élite de su deporte y con la ilusión del primer día. La capacidad de mantenerse en una forma envidiable aún estando en una edad en la que muchos se dedican a ver obras sirve de ejemplo e inspiración no sólo para quienes rozan la tercera edad, sino los hijos y los nietos de estos.
Aunque ya tiene un palmarés que bien le valdría para retirarse, Sainz sigue empeñado en estirar su último baile. Su mujer Reyes ya hace tiempo que lo dio como un caso imposible. Cada mes de enero se prepara de manera incansable para disputar el Dakar, el raid más duro del mundo en el que se mantiene como uno de los favoritos fijos.
Podría centrarse sólo en esa prueba, pero lejos de eso se ha embarcado en el campeonato de Extreme E, donde compite con todoterrenos eléctricos en el equipo Acciona y formando equipo con Laia Sanz. Todo ello mientras intenta sostener las labores empresariales que requieren sus circuitos de karts, sus gimnasios y su propia figura como deportista/marca comercial.
De Carlos Sainz Jr. a Carlos Sainz Sr.
Carlos Sainz Vázquez de Castro y Carlos Sainz Cenamor comparten nombre, primer apellido y una disciplina de trabajo que el primero ha recibido del segundo desde el primer momento. Hace ya mucho que se quitó el ‘Junior’ de su apelativo porque su carrera ha despegado lejos del paraguas familiar, que le supuso a veces una mochila no tan sencilla de llevar como muchos creen. ¿Cómo no va a pesar llevar los genes de una de las mayores leyendas del deporte?
Sainz hijo ha aprendido de Sainz padre la importancia de la técnica. «Desde que era pequeño, Carlos (padre) le decía a ‘Carletes’ que se preocupara por ver dónde había fallado. Por eso, cada vez que entraba en boxes aún en los años de los karts o de las World Series, los mecánicos se quedaban asombrados por cómo el chico les preguntaba y se interesaba por los datos que mostraba la telemetría. Así podía aprender para no fallar o para mejorar».
Estas palabras las decía Juanjo Lacalle, uno de los primeros copilotos del Carlos Sainz de rallies, su mano derecha desde hace décadas y padrino del Carlos Sainz de la Fórmula 1. Quien quiera conocer a los Sainz, debe conocer a Lacalle. Posiblemente, él sea de los pocos que no tiembla cuando el ‘Matador’ saca el genio.
Porque Sainz es, posiblemente, de los deportistas que más se autoexigen. Ese trabajo incansable hace que el hijo vea en su padre un ejemplo a seguir. Verle trabajar de forma incansable para que los rigores de su edad no le pasen factura le sirve de acicate y motivación. Algo que ya quisieran muchos.
El mentor y amigo de Fernando Alonso
A lo largo de sus más de cuatro décadas de carrera, Carlos Sainz ha provocado una admiración que trasciende los límites generacionales e incluso las fronteras del mundo de los rallies. El caso de Fernando Alonso es evidente.
El ovetense se dio cuenta hace mucho, cuando la idolatría pasó a ser amistad, de que Sainz es un espejo para mirarse. No es casual que Alonso disputara un Dakar después de hablar con su maestro al respecto, como tampoco lo es que a sus 40 (casi 41) años no sólo trabaje como el primer día, sino que doble los esfuerzos para que los veinteañeros que llegan a la Fórmula 1 aún tiemblen cuando se las ven con él en un circuito.
¿Y la retirada, ‘pa’ cuándo?
Cada mes de noviembre o diciembre, rondando ya la disputa del Dakar, Sainz debe responder a la misma pregunta. Formulada de una manera u otra, viene a ser igual: ¿cuándo se va a retirar?
No es una duda morbosa o un intento de forzarle a la jubilación, sino casi una obligación. No es normal, ni mucho menos, que después de cuatro décadas en la élite no quiera descansar. Su respuesta sigue siendo la misma: «Mientras me sienta bien, sea competitivo y el cuerpo me aguante, ¿por qué me voy a retirar?».
Quizá este sea su legado, más allá de los infinitos trofeos que tiene en su despacho del Karting de Las Rozas, su centro de operaciones. Carlos Sainz será recordado durante décadas como uno de los grandísimos pioneros del deporte español, un héroe para varias generaciones y una figura en la que mirarse.

Carlos Sainz cumple 60 años: la mayor leyenda del automovilismo español en la que se mira Alonso

Hay casos únicos en el mundo del deporte que requieren de muchas excepciones a la hora de describirles. En un momento en el que cada vez es más normal ver a adolescentes, cuando no niños, empezar a competir junto a competidores ya bien formados, es extraño ver en prácticamente cualquier disciplina a deportistas mayores de 30-35 años. Por eso es tan especial la situación de Carlos Sainz. El 'Matador' cumple este 12 de abril 60 años y se mantiene no sólo en activo, sino en la élite de su deporte y con la ilusión del primer día. La capacidad de mantenerse en una forma envidiable aún estando en una edad en la que muchos se dedican a ver obras sirve de ejemplo e inspiración no sólo para quienes rozan la tercera edad, sino los hijos y los nietos de estos. Aunque ya tiene un palmarés que bien le valdría para retirarse, Sainz sigue empeñado en estirar su último baile. Su mujer Reyes ya hace tiempo que lo dio como un caso imposible. Cada mes de enero se prepara de manera incansable para disputar el Dakar, el raid más duro del mundo en el que se mantiene como uno de los favoritos fijos. Podría centrarse sólo en esa prueba, pero lejos de eso se ha embarcado en el campeonato de Extreme E, donde compite con todoterrenos eléctricos en el equipo Acciona y formando equipo con Laia Sanz. Todo ello mientras intenta sostener las labores empresariales que requieren sus circuitos de karts, sus gimnasios y su propia figura como deportista/marca comercial. De Carlos Sainz Jr. a Carlos Sainz Sr. Carlos Sainz Vázquez de Castro y Carlos Sainz Cenamor comparten nombre, primer apellido y una disciplina de trabajo que el primero ha recibido del segundo desde el primer momento. Hace ya mucho que se quitó el 'Junior' de su apelativo porque su carrera ha despegado lejos del paraguas familiar, que le supuso a veces una mochila no tan sencilla de llevar como muchos creen. ¿Cómo no va a pesar llevar los genes de una de las mayores leyendas del deporte? Sainz hijo ha aprendido de Sainz padre la importancia de la técnica. "Desde que era pequeño, Carlos (padre) le decía a 'Carletes' que se preocupara por ver dónde había fallado. Por eso, cada vez que entraba en boxes aún en los años de los karts o de las World Series, los mecánicos se quedaban asombrados por cómo el chico les preguntaba y se interesaba por los datos que mostraba la telemetría. Así podía aprender para no fallar o para mejorar". Estas palabras las decía Juanjo Lacalle, uno de los primeros copilotos del Carlos Sainz de rallies, su mano derecha desde hace décadas y padrino del Carlos Sainz de la Fórmula 1. Quien quiera conocer a los Sainz, debe conocer a Lacalle. Posiblemente, él sea de los pocos que no tiembla cuando el 'Matador' saca el genio. Porque Sainz es, posiblemente, de los deportistas que más se autoexigen. Ese trabajo incansable hace que el hijo vea en su padre un ejemplo a seguir. Verle trabajar de forma incansable para que los rigores de su edad no le pasen factura le sirve de acicate y motivación. Algo que ya quisieran muchos. El mentor y amigo de Fernando Alonso A lo largo de sus más de cuatro décadas de carrera, Carlos Sainz ha provocado una admiración que trasciende los límites generacionales e incluso las fronteras del mundo de los rallies. El caso de Fernando Alonso es evidente. El ovetense se dio cuenta hace mucho, cuando la idolatría pasó a ser amistad, de que Sainz es un espejo para mirarse. No es casual que Alonso disputara un Dakar después de hablar con su maestro al respecto, como tampoco lo es que a sus 40 (casi 41) años no sólo trabaje como el primer día, sino que doble los esfuerzos para que los veinteañeros que llegan a la Fórmula 1 aún tiemblen cuando se las ven con él en un circuito. ¿Y la retirada, 'pa' cuándo? Cada mes de noviembre o diciembre, rondando ya la disputa del Dakar, Sainz debe responder a la misma pregunta. Formulada de una manera u otra, viene a ser igual: ¿cuándo se va a retirar? No es una duda morbosa o un intento de forzarle a la jubilación, sino casi una obligación. No es normal, ni mucho menos, que después de cuatro décadas en la élite no quiera descansar. Su respuesta sigue siendo la misma: "Mientras me sienta bien, sea competitivo y el cuerpo me aguante, ¿por qué me voy a retirar?". Quizá este sea su legado, más allá de los infinitos trofeos que tiene en su despacho del Karting de Las Rozas, su centro de operaciones. Carlos Sainz será recordado durante décadas como uno de los grandísimos pioneros del deporte español, un héroe para varias generaciones y una figura en la que mirarse.

Hay casos únicos en el mundo del deporte que requieren de muchas excepciones a la hora de describirles. En un momento en el que cada vez es más normal ver a adolescentes, cuando no niños, empezar a competir junto a competidores ya bien formados, es extraño ver en prácticamente cualquier disciplina a deportistas mayores de 30-35 años.

Por eso es tan especial la situación de Carlos Sainz. El ‘Matador’ cumple este 12 de abril 60 años y se mantiene no sólo en activo, sino en la élite de su deporte y con la ilusión del primer día. La capacidad de mantenerse en una forma envidiable aún estando en una edad en la que muchos se dedican a ver obras sirve de ejemplo e inspiración no sólo para quienes rozan la tercera edad, sino los hijos y los nietos de estos.

Aunque ya tiene un palmarés que bien le valdría para retirarse, Sainz sigue empeñado en estirar su último baile. Su mujer Reyes ya hace tiempo que lo dio como un caso imposible. Cada mes de enero se prepara de manera incansable para disputar el Dakar, el raid más duro del mundo en el que se mantiene como uno de los favoritos fijos.

Podría centrarse sólo en esa prueba, pero lejos de eso se ha embarcado en el campeonato de Extreme E, donde compite con todoterrenos eléctricos en el equipo Acciona y formando equipo con Laia Sanz. Todo ello mientras intenta sostener las labores empresariales que requieren sus circuitos de karts, sus gimnasios y su propia figura como deportista/marca comercial.

De Carlos Sainz Jr. a Carlos Sainz Sr.

Carlos Sainz Vázquez de Castro y Carlos Sainz Cenamor comparten nombre, primer apellido y una disciplina de trabajo que el primero ha recibido del segundo desde el primer momento. Hace ya mucho que se quitó el ‘Junior’ de su apelativo porque su carrera ha despegado lejos del paraguas familiar, que le supuso a veces una mochila no tan sencilla de llevar como muchos creen. ¿Cómo no va a pesar llevar los genes de una de las mayores leyendas del deporte?

Sainz hijo ha aprendido de Sainz padre la importancia de la técnica. «Desde que era pequeño, Carlos (padre) le decía a ‘Carletes’ que se preocupara por ver dónde había fallado. Por eso, cada vez que entraba en boxes aún en los años de los karts o de las World Series, los mecánicos se quedaban asombrados por cómo el chico les preguntaba y se interesaba por los datos que mostraba la telemetría. Así podía aprender para no fallar o para mejorar».

Estas palabras las decía Juanjo Lacalle, uno de los primeros copilotos del Carlos Sainz de rallies, su mano derecha desde hace décadas y padrino del Carlos Sainz de la Fórmula 1. Quien quiera conocer a los Sainz, debe conocer a Lacalle. Posiblemente, él sea de los pocos que no tiembla cuando el ‘Matador’ saca el genio.

Porque Sainz es, posiblemente, de los deportistas que más se autoexigen. Ese trabajo incansable hace que el hijo vea en su padre un ejemplo a seguir. Verle trabajar de forma incansable para que los rigores de su edad no le pasen factura le sirve de acicate y motivación. Algo que ya quisieran muchos.

El mentor y amigo de Fernando Alonso

A lo largo de sus más de cuatro décadas de carrera, Carlos Sainz ha provocado una admiración que trasciende los límites generacionales e incluso las fronteras del mundo de los rallies. El caso de Fernando Alonso es evidente.

El ovetense se dio cuenta hace mucho, cuando la idolatría pasó a ser amistad, de que Sainz es un espejo para mirarse. No es casual que Alonso disputara un Dakar después de hablar con su maestro al respecto, como tampoco lo es que a sus 40 (casi 41) años no sólo trabaje como el primer día, sino que doble los esfuerzos para que los veinteañeros que llegan a la Fórmula 1 aún tiemblen cuando se las ven con él en un circuito.

¿Y la retirada, ‘pa’ cuándo?

Cada mes de noviembre o diciembre, rondando ya la disputa del Dakar, Sainz debe responder a la misma pregunta. Formulada de una manera u otra, viene a ser igual: ¿cuándo se va a retirar?

No es una duda morbosa o un intento de forzarle a la jubilación, sino casi una obligación. No es normal, ni mucho menos, que después de cuatro décadas en la élite no quiera descansar. Su respuesta sigue siendo la misma: «Mientras me sienta bien, sea competitivo y el cuerpo me aguante, ¿por qué me voy a retirar?».

Quizá este sea su legado, más allá de los infinitos trofeos que tiene en su despacho del Karting de Las Rozas, su centro de operaciones. Carlos Sainz será recordado durante décadas como uno de los grandísimos pioneros del deporte español, un héroe para varias generaciones y una figura en la que mirarse.