El Grand National de 2022, señalado tras la muerte de cuatro caballos y con sospechas de dopaje

El Grand National 2022 lleva dos ediciones siendo histórico, pero por diferentes motivos. Si en 2021 fue por el hito de Rachael Blackmore, primera mujer en ganar la prueba, esta vez ha sido por la tragedia.
La victoria del jockey amateur Waley-Cohen a lomos de ‘Noble Yeats’ quedó totalmente opacada por la muerte de cuatro caballos en esta edición: Discorama, Solwara One, Elle Est Belle y Eclair Surf. Este ha sido el último, después de sufrir una lesión en la cabeza cuando se cayó cuando estaba afrontando la tercera cerca. El caballo entrenado por Emma Lavelle fue sacrificado horas después de dejar la pista. Los mismos veterinarios tuvieron que eutanasiar también a Discorama, en este caso por una lesión pélvica inoperable.
PETA denuncia dopaje de los caballos
Según datos de PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), el Grand National es «una de las carreras más largas y peligrosas» para los caballos, que sufren «heridas horribles» y que incluso son dopados con sustancias legales e ilegales para mejorar su rendimiento.
«El número de muertos continúa aumentando cada año, cobrando más y más vidas de caballos sensibles. Desde 2010, 33 caballos han muerto en el Gran Festival Nacional», señalan en un comunicado, donde recuerdan que en total desde el 2000 han muerto 59 equinos.
Además de las muertes («casi todos los años, los caballos mueren durante el festival de tres días, y sufren heridas horribles y, a menudo, fatales en vallas notorias como Chair, Becher’s Brook y Canal Turn», denuncian), en PETA señalan que la presión de los que sobreviven es altísima. «Cada vez que los caballos se ven obligados a saltar sobre estos obstáculos excesivamente altos, ejercen una presión tremenda sobre sus delgadas patas delanteras y corren el riesgo de romperse las piernas, el cuello y la espalda», afirman.
Además, el uso de analgésicos y sustancias dopantes «administradas por entrenadores e incluso veterinarios» no ayudan a las lesiones, sino todo lo contrario.

El Grand National de 2022, señalado tras la muerte de cuatro caballos y con sospechas de dopaje

El Grand National 2022 lleva dos ediciones siendo histórico, pero por diferentes motivos. Si en 2021 fue por el hito de Rachael Blackmore, primera mujer en ganar la prueba, esta vez ha sido por la tragedia. La victoria del jockey amateur Waley-Cohen a lomos de 'Noble Yeats' quedó totalmente opacada por la muerte de cuatro caballos en esta edición: Discorama, Solwara One, Elle Est Belle y Eclair Surf. Este ha sido el último, después de sufrir una lesión en la cabeza cuando se cayó cuando estaba afrontando la tercera cerca. El caballo entrenado por Emma Lavelle fue sacrificado horas después de dejar la pista. Los mismos veterinarios tuvieron que eutanasiar también a Discorama, en este caso por una lesión pélvica inoperable. PETA denuncia dopaje de los caballos Según datos de PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), el Grand National es "una de las carreras más largas y peligrosas" para los caballos, que sufren "heridas horribles" y que incluso son dopados con sustancias legales e ilegales para mejorar su rendimiento. "El número de muertos continúa aumentando cada año, cobrando más y más vidas de caballos sensibles. Desde 2010, 33 caballos han muerto en el Gran Festival Nacional", señalan en un comunicado, donde recuerdan que en total desde el 2000 han muerto 59 equinos. Además de las muertes ("casi todos los años, los caballos mueren durante el festival de tres días, y sufren heridas horribles y, a menudo, fatales en vallas notorias como Chair, Becher's Brook y Canal Turn", denuncian), en PETA señalan que la presión de los que sobreviven es altísima. "Cada vez que los caballos se ven obligados a saltar sobre estos obstáculos excesivamente altos, ejercen una presión tremenda sobre sus delgadas patas delanteras y corren el riesgo de romperse las piernas, el cuello y la espalda", afirman. Además, el uso de analgésicos y sustancias dopantes "administradas por entrenadores e incluso veterinarios" no ayudan a las lesiones, sino todo lo contrario.

El Grand National 2022 lleva dos ediciones siendo histórico, pero por diferentes motivos. Si en 2021 fue por el hito de Rachael Blackmore, primera mujer en ganar la prueba, esta vez ha sido por la tragedia.

La victoria del jockey amateur Waley-Cohen a lomos de ‘Noble Yeats’ quedó totalmente opacada por la muerte de cuatro caballos en esta edición: Discorama, Solwara One, Elle Est Belle y Eclair Surf. Este ha sido el último, después de sufrir una lesión en la cabeza cuando se cayó cuando estaba afrontando la tercera cerca. El caballo entrenado por Emma Lavelle fue sacrificado horas después de dejar la pista. Los mismos veterinarios tuvieron que eutanasiar también a Discorama, en este caso por una lesión pélvica inoperable.

PETA denuncia dopaje de los caballos

Según datos de PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), el Grand National es «una de las carreras más largas y peligrosas» para los caballos, que sufren «heridas horribles» y que incluso son dopados con sustancias legales e ilegales para mejorar su rendimiento.

«El número de muertos continúa aumentando cada año, cobrando más y más vidas de caballos sensibles. Desde 2010, 33 caballos han muerto en el Gran Festival Nacional», señalan en un comunicado, donde recuerdan que en total desde el 2000 han muerto 59 equinos.

Además de las muertes («casi todos los años, los caballos mueren durante el festival de tres días, y sufren heridas horribles y, a menudo, fatales en vallas notorias como Chair, Becher’s Brook y Canal Turn», denuncian), en PETA señalan que la presión de los que sobreviven es altísima. «Cada vez que los caballos se ven obligados a saltar sobre estos obstáculos excesivamente altos, ejercen una presión tremenda sobre sus delgadas patas delanteras y corren el riesgo de romperse las piernas, el cuello y la espalda», afirman.

Además, el uso de analgésicos y sustancias dopantes «administradas por entrenadores e incluso veterinarios» no ayudan a las lesiones, sino todo lo contrario.