El hundimiento de Lewis Hamilton no toca fondo y le acerca a tomar una decisión radical

La Fórmula 1 se encuentra en un cambio de ciclo. Es innegable que han cambiado las tornas en muchos aspectos con la nueva normativa, y lo que parecía evidente en 2021 ya no lo es tanto. Entre los muchos cambios que se están viviendo en este arranque de campaña es el evidente sufrimiento del otrora imbatible Lewis Hamilton.
El rey destronado no levanta cabeza. El Mercedes W13 no es el monoplaza ganador que esperaban, ni mucho menos, y no solo por ese ‘porpoising’ que está llevando de cabeza a todos, empezando por el propio Hamilton. En las dos primeras citas del campeonato se ha visto que adolece de un serio problema de potencia, ya que no sólo ellos están por detrás de lo esperado, sino todos los equipos motorizados por Mercedes están por detrás de los Ferrari, Honda e incluso el Renault de Alpine.
Eso explica en parte el resultado de Hamilton en la clasificación de Arabia. Pero solo en parte. Hay que remontarse cuatro temporadas y media, en el GP de Brasil de 2017, para ver la última vez que el hombre que más poles ha logrado en la historia de la competición cayó en la Q1. El 16º tiempo del británico (saldrá 15º por sanción a Daniel Ricciardo, que clasificó por delante) demuestra que algo no va bien. Y no solo por este resultado: su nuevo compañero, George Russell, no tuvo tantos problemas y clasificó en una más decente 6ª plaza, con Fernando Alonso detrás.
¿Qué le ocurre a Hamilton? En Bahréin sacó un buen tercer puesto de un fin de semana en el que no esperaba nada, en buena medida por el doble abandono de Red Bull, pero lo tendrá mucho más difícil en Jeddah. En el mismo circuito donde en 2021 se llevó su última victoria, Hamilton ha sufrido una dura derrota en su terreno, el de los sábados.
Está claro que la nueva normativa no le ha sentado bien. No sólo por el coche, que también, sino porque no se siente cómodo. El heptacampeón necesita un monoplaza que vaya perfecto y a la mínima incomodidad no duda en quejarse, pero si sólo fuera por un asunto mecánico, ¿cómo explica que Russell le haya superado?
La decisión de Lewis Hamilton
Uno de los grandes problemas del éxito es que puede hacer que se pierda el hambre. No es el caso de Hamilton, como demostró en un 2021 que lo peleó hasta el final, pero la derrota fue tan dolorosa que estuvo meses desaparecido.
La ‘pataleta’, con rumores de retirada incluidos, le duró casi dos meses. Una vez convencido de que podría pelear por el octavo mundial, volvió. No esperaba estar en una situación como la que está ahora.
El ‘run-run’ de que puede dejarlo está ahí. Hamilton ha aprendido a ganar de manera aplastante, pero no tanto a verse por detrás. Muy por detrás. Si bien la temporada puede cambiar mucho, hay serias dudas de que Mercedes pueda pelear por estar arriba de nuevo. En ese momento habrá que ver si el hombre que ha roto todos los récords decide si merece la pena esperar o ya con siete mundiales, igualando el techo del mismísimo Michael Schumacher, puede darse por satisfecho antes de dedicarse a sus múltiples aventuras extradeportivas.

El hundimiento de Lewis Hamilton no toca fondo y le acerca a tomar una decisión radical

La Fórmula 1 se encuentra en un cambio de ciclo. Es innegable que han cambiado las tornas en muchos aspectos con la nueva normativa, y lo que parecía evidente en 2021 ya no lo es tanto. Entre los muchos cambios que se están viviendo en este arranque de campaña es el evidente sufrimiento del otrora imbatible Lewis Hamilton. El rey destronado no levanta cabeza. El Mercedes W13 no es el monoplaza ganador que esperaban, ni mucho menos, y no solo por ese 'porpoising' que está llevando de cabeza a todos, empezando por el propio Hamilton. En las dos primeras citas del campeonato se ha visto que adolece de un serio problema de potencia, ya que no sólo ellos están por detrás de lo esperado, sino todos los equipos motorizados por Mercedes están por detrás de los Ferrari, Honda e incluso el Renault de Alpine. Eso explica en parte el resultado de Hamilton en la clasificación de Arabia. Pero solo en parte. Hay que remontarse cuatro temporadas y media, en el GP de Brasil de 2017, para ver la última vez que el hombre que más poles ha logrado en la historia de la competición cayó en la Q1. El 16º tiempo del británico (saldrá 15º por sanción a Daniel Ricciardo, que clasificó por delante) demuestra que algo no va bien. Y no solo por este resultado: su nuevo compañero, George Russell, no tuvo tantos problemas y clasificó en una más decente 6ª plaza, con Fernando Alonso detrás. ¿Qué le ocurre a Hamilton? En Bahréin sacó un buen tercer puesto de un fin de semana en el que no esperaba nada, en buena medida por el doble abandono de Red Bull, pero lo tendrá mucho más difícil en Jeddah. En el mismo circuito donde en 2021 se llevó su última victoria, Hamilton ha sufrido una dura derrota en su terreno, el de los sábados. Está claro que la nueva normativa no le ha sentado bien. No sólo por el coche, que también, sino porque no se siente cómodo. El heptacampeón necesita un monoplaza que vaya perfecto y a la mínima incomodidad no duda en quejarse, pero si sólo fuera por un asunto mecánico, ¿cómo explica que Russell le haya superado? La decisión de Lewis Hamilton Uno de los grandes problemas del éxito es que puede hacer que se pierda el hambre. No es el caso de Hamilton, como demostró en un 2021 que lo peleó hasta el final, pero la derrota fue tan dolorosa que estuvo meses desaparecido. La 'pataleta', con rumores de retirada incluidos, le duró casi dos meses. Una vez convencido de que podría pelear por el octavo mundial, volvió. No esperaba estar en una situación como la que está ahora. El 'run-run' de que puede dejarlo está ahí. Hamilton ha aprendido a ganar de manera aplastante, pero no tanto a verse por detrás. Muy por detrás. Si bien la temporada puede cambiar mucho, hay serias dudas de que Mercedes pueda pelear por estar arriba de nuevo. En ese momento habrá que ver si el hombre que ha roto todos los récords decide si merece la pena esperar o ya con siete mundiales, igualando el techo del mismísimo Michael Schumacher, puede darse por satisfecho antes de dedicarse a sus múltiples aventuras extradeportivas.

La Fórmula 1 se encuentra en un cambio de ciclo. Es innegable que han cambiado las tornas en muchos aspectos con la nueva normativa, y lo que parecía evidente en 2021 ya no lo es tanto. Entre los muchos cambios que se están viviendo en este arranque de campaña es el evidente sufrimiento del otrora imbatible Lewis Hamilton.

El rey destronado no levanta cabeza. El Mercedes W13 no es el monoplaza ganador que esperaban, ni mucho menos, y no solo por ese ‘porpoising’ que está llevando de cabeza a todos, empezando por el propio Hamilton. En las dos primeras citas del campeonato se ha visto que adolece de un serio problema de potencia, ya que no sólo ellos están por detrás de lo esperado, sino todos los equipos motorizados por Mercedes están por detrás de los Ferrari, Honda e incluso el Renault de Alpine.

Eso explica en parte el resultado de Hamilton en la clasificación de Arabia. Pero solo en parte. Hay que remontarse cuatro temporadas y media, en el GP de Brasil de 2017, para ver la última vez que el hombre que más poles ha logrado en la historia de la competición cayó en la Q1. El 16º tiempo del británico (saldrá 15º por sanción a Daniel Ricciardo, que clasificó por delante) demuestra que algo no va bien. Y no solo por este resultado: su nuevo compañero, George Russell, no tuvo tantos problemas y clasificó en una más decente 6ª plaza, con Fernando Alonso detrás.

¿Qué le ocurre a Hamilton? En Bahréin sacó un buen tercer puesto de un fin de semana en el que no esperaba nada, en buena medida por el doble abandono de Red Bull, pero lo tendrá mucho más difícil en Jeddah. En el mismo circuito donde en 2021 se llevó su última victoria, Hamilton ha sufrido una dura derrota en su terreno, el de los sábados.

Está claro que la nueva normativa no le ha sentado bien. No sólo por el coche, que también, sino porque no se siente cómodo. El heptacampeón necesita un monoplaza que vaya perfecto y a la mínima incomodidad no duda en quejarse, pero si sólo fuera por un asunto mecánico, ¿cómo explica que Russell le haya superado?

La decisión de Lewis Hamilton

Uno de los grandes problemas del éxito es que puede hacer que se pierda el hambre. No es el caso de Hamilton, como demostró en un 2021 que lo peleó hasta el final, pero la derrota fue tan dolorosa que estuvo meses desaparecido.

La ‘pataleta’, con rumores de retirada incluidos, le duró casi dos meses. Una vez convencido de que podría pelear por el octavo mundial, volvió. No esperaba estar en una situación como la que está ahora.

El ‘run-run’ de que puede dejarlo está ahí. Hamilton ha aprendido a ganar de manera aplastante, pero no tanto a verse por detrás. Muy por detrás. Si bien la temporada puede cambiar mucho, hay serias dudas de que Mercedes pueda pelear por estar arriba de nuevo. En ese momento habrá que ver si el hombre que ha roto todos los récords decide si merece la pena esperar o ya con siete mundiales, igualando el techo del mismísimo Michael Schumacher, puede darse por satisfecho antes de dedicarse a sus múltiples aventuras extradeportivas.