El Madrid, la épica y la magia de lo inexplicable: las 5 claves que empujaron al equipo a otra final de Champions
El Real Madrid lo ha vuelto a hacer. Cuando más lejano parecía, cuando todo el mundo tendía a pensar que quizá ya habían gozado de demasiada épica en esta Champions. Los de Ancelotti remontaron en apenas dos minutos, cuando se rozaba el 90, para rematar la machada en la prórroga. Otra vez lo mágico, otra vez lo inexplicable.
Al equipo blanco no se le puede dar por muerto en el Bernabéu en competición europea y, tras la hazaña ante el City, es posible que haya quedado claro del todo. El Madrid estará en París. El Madrid jugará una final de Champions. Otra vez.
El aliento de la afición: de la busiana a un Bernabéu encendido
Desde primera hora de la tarde, centenares de aficionados fueron copando los aledaños del Bernabéu. Almas que se contaban por miles cuando el autobús del equipo se acercaba al estadio, en una busiana (como se conoce a la llegada del equipo entre la afición) histórica que imprimió en los jugadores y en todo el madridismo una moral indestructible para afrontar el reto de remontar al City.
Un Ancelotti muy acertado
De primeras, el once elegido, con Valverde reforzando el medio campo, fue un acierto por parte de un Ancelotti que tuvo, además, la mano firme de sacar a Kroos del campo cuando el alemán peor estaba para darle entrada a un Rodrygo que terminó por ser decisivo. A lo largo de la temporada, las decisiones del italiano han sido cuestionadas y ante el equipo estratega de Guardiola estuvo de diez.
Rodrygo, el mejor revulsivo posible
El brasileño está firmando un final de temporada histórico, siendo determinante cuando más se le ha necesitado. Ante el City marcó dos goles en un minuto y poco que ya son parte de la historia del Real Madrid. A la sombra como actor secundario, sin protestas por su rol de suplente, se lleva un alto porcentaje de responsabilidad en el pase a la final de París.
Benzema, un líder
Pese a que no fue su mejor partido -en el sentido de que no halló fortuna en las oportunidades que tuvo-, el francés es el líder indiscutible de un Madrid histórico y épico. El ‘9’ ha hallado por fin el reconocimiento merecido, con una temporada en la que se ha coronado como máximo goleador en Liga y Champions y demostró su madera de leyenda al marcar el penalti de la victoria sin titubeos.
Lo inexplicable: el ADN Real Madrid
Y luego, más allá de datos palpables, de estadísticas, de loas al juego o a las actuaciones colectivas o individuales (donde hay que mencionar sí o sí a Camavinga, Carvajal y Nacho) está ese cortocircuito, ese latigazo que te da el Madrid cuando te das la vuelta, esa manera de creer sobre todo cuando todo parece perdido. La magia, la épica y lo inexplicable de un equipo que lleva tatuadas en su historia las orejas de la Copa de Europa.
El Real Madrid lo ha vuelto a hacer. Cuando más lejano parecía, cuando todo el mundo tendía a pensar que quizá ya habían gozado de demasiada épica en esta Champions. Los de Ancelotti remontaron en apenas dos minutos, cuando se rozaba el 90, para rematar la machada en la prórroga. Otra vez lo mágico, otra vez lo inexplicable.
Al equipo blanco no se le puede dar por muerto en el Bernabéu en competición europea y, tras la hazaña ante el City, es posible que haya quedado claro del todo. El Madrid estará en París. El Madrid jugará una final de Champions. Otra vez.
El aliento de la afición: de la busiana a un Bernabéu encendido
Desde primera hora de la tarde, centenares de aficionados fueron copando los aledaños del Bernabéu. Almas que se contaban por miles cuando el autobús del equipo se acercaba al estadio, en una busiana (como se conoce a la llegada del equipo entre la afición) histórica que imprimió en los jugadores y en todo el madridismo una moral indestructible para afrontar el reto de remontar al City.
Un Ancelotti muy acertado
De primeras, el once elegido, con Valverde reforzando el medio campo, fue un acierto por parte de un Ancelotti que tuvo, además, la mano firme de sacar a Kroos del campo cuando el alemán peor estaba para darle entrada a un Rodrygo que terminó por ser decisivo. A lo largo de la temporada, las decisiones del italiano han sido cuestionadas y ante el equipo estratega de Guardiola estuvo de diez.
Rodrygo, el mejor revulsivo posible
El brasileño está firmando un final de temporada histórico, siendo determinante cuando más se le ha necesitado. Ante el City marcó dos goles en un minuto y poco que ya son parte de la historia del Real Madrid. A la sombra como actor secundario, sin protestas por su rol de suplente, se lleva un alto porcentaje de responsabilidad en el pase a la final de París.
Benzema, un líder
Pese a que no fue su mejor partido -en el sentido de que no halló fortuna en las oportunidades que tuvo-, el francés es el líder indiscutible de un Madrid histórico y épico. El ‘9’ ha hallado por fin el reconocimiento merecido, con una temporada en la que se ha coronado como máximo goleador en Liga y Champions y demostró su madera de leyenda al marcar el penalti de la victoria sin titubeos.
Lo inexplicable: el ADN Real Madrid
Y luego, más allá de datos palpables, de estadísticas, de loas al juego o a las actuaciones colectivas o individuales (donde hay que mencionar sí o sí a Camavinga, Carvajal y Nacho) está ese cortocircuito, ese latigazo que te da el Madrid cuando te das la vuelta, esa manera de creer sobre todo cuando todo parece perdido. La magia, la épica y lo inexplicable de un equipo que lleva tatuadas en su historia las orejas de la Copa de Europa.