El postureo de Miami para la Fórmula 1 llega al ridículo: pintan el agua del puerto falso

La conquista de Estados Unidos es un viejo sueño de la Fórmula 1. El llamado ‘efecto Netflix’, gracias al relato que cuenta la serie documental ‘Drive to Survive’ en la citada plataforma, ha generado una gran expectación entre el público de allí, lo que explica que haya tantas ganas entre fans y pilotos de que llegue el GP de Miami.
Los organizadores quieren que sea un espectáculo y no han reparado en gastos. Tanto es así, que para vender al exterior esta suerte de Mónaco estadounidense, se han inventado un puerto. Literalmente: han plantado unos barcos sobre unas maderas que han vinilado como si fueran el mar. Desde la televisión da el pego, pero ya se ha convertido en objeto de burla porque es evidente que da para ello.

Nothing to see here, just Craig Slater having a swim at the #MiamiGP’s fake harbour 😂 pic.twitter.com/LB48SQgedq— Sky Sports F1 (@SkySportsF1) May 3, 2022
El trazado transcurre por la zona de Miami Garden, con el Hard Rock Stadium como epicentro. El feudo de los míticos Miami Dolphins (el legendario quarterback Dan Marino será uno de los invitados de honor en el paddock) estará de fondo mientras los coches circulan al lado, y dejará estampas únicas.
El objetivo de este circuito es evidente: que Miami sea un nuevo Mónaco. Es el mejor ejemplo posible, no sólo porque la presencia del Principado empieza a estar en entredicho, sino porque Liberty Media, dueños de la competición, están empeñados en que Estados Unidos sea un actor protagonista en el panorama de la Fórmula 1. La inamovible IndyCar sigue siendo la competición de monoplazas reina, pero la tendencia al alza del Gran Circo es evidente.
Por eso no han escatimado en que el escenario sea perfecto. Luces de neón como idea central de los carteles, reminiscencias a fenómenos como la serie ‘Corrupción en Miami’, y el lujo y ambiente casi hollywoodiense como centro de la comunicación que llega desde el circuito es el motivo por el cual no les da pudor ni vergüenza llegar a inventarse un puerto solo porque queda bien en la retransmisión.
Y es que el circuito está en la zona del Miami Garden, a unos kilómetros de la playa.

Tres rectas (especialmente larga la última), sobre un trazado de 5,41 kilómetros y 19 curvas donde se estima que se superen los 320 km/h pretende ser uno de los circuitos más espectaculares del calendario.
Este será el 11º circuito de Fórmula 1 en territorio estadounidense en la historia de la competición, y primero de los dos en este año antes de visitar Austin (Texas) en unos meses.

El postureo de Miami para la Fórmula 1 llega al ridículo: pintan el agua del puerto falso

La conquista de Estados Unidos es un viejo sueño de la Fórmula 1. El llamado 'efecto Netflix', gracias al relato que cuenta la serie documental 'Drive to Survive' en la citada plataforma, ha generado una gran expectación entre el público de allí, lo que explica que haya tantas ganas entre fans y pilotos de que llegue el GP de Miami. Los organizadores quieren que sea un espectáculo y no han reparado en gastos. Tanto es así, que para vender al exterior esta suerte de Mónaco estadounidense, se han inventado un puerto. Literalmente: han plantado unos barcos sobre unas maderas que han vinilado como si fueran el mar. Desde la televisión da el pego, pero ya se ha convertido en objeto de burla porque es evidente que da para ello. Nothing to see here, just Craig Slater having a swim at the #MiamiGP's fake harbour 😂 pic.twitter.com/LB48SQgedq— Sky Sports F1 (@SkySportsF1) May 3, 2022 El trazado transcurre por la zona de Miami Garden, con el Hard Rock Stadium como epicentro. El feudo de los míticos Miami Dolphins (el legendario quarterback Dan Marino será uno de los invitados de honor en el paddock) estará de fondo mientras los coches circulan al lado, y dejará estampas únicas. El objetivo de este circuito es evidente: que Miami sea un nuevo Mónaco. Es el mejor ejemplo posible, no sólo porque la presencia del Principado empieza a estar en entredicho, sino porque Liberty Media, dueños de la competición, están empeñados en que Estados Unidos sea un actor protagonista en el panorama de la Fórmula 1. La inamovible IndyCar sigue siendo la competición de monoplazas reina, pero la tendencia al alza del Gran Circo es evidente. Por eso no han escatimado en que el escenario sea perfecto. Luces de neón como idea central de los carteles, reminiscencias a fenómenos como la serie 'Corrupción en Miami', y el lujo y ambiente casi hollywoodiense como centro de la comunicación que llega desde el circuito es el motivo por el cual no les da pudor ni vergüenza llegar a inventarse un puerto solo porque queda bien en la retransmisión. Y es que el circuito está en la zona del Miami Garden, a unos kilómetros de la playa. Tres rectas (especialmente larga la última), sobre un trazado de 5,41 kilómetros y 19 curvas donde se estima que se superen los 320 km/h pretende ser uno de los circuitos más espectaculares del calendario. Este será el 11º circuito de Fórmula 1 en territorio estadounidense en la historia de la competición, y primero de los dos en este año antes de visitar Austin (Texas) en unos meses.

La conquista de Estados Unidos es un viejo sueño de la Fórmula 1. El llamado ‘efecto Netflix‘, gracias al relato que cuenta la serie documental ‘Drive to Survive’ en la citada plataforma, ha generado una gran expectación entre el público de allí, lo que explica que haya tantas ganas entre fans y pilotos de que llegue el GP de Miami.

Los organizadores quieren que sea un espectáculo y no han reparado en gastos. Tanto es así, que para vender al exterior esta suerte de Mónaco estadounidense, se han inventado un puerto. Literalmente: han plantado unos barcos sobre unas maderas que han vinilado como si fueran el mar. Desde la televisión da el pego, pero ya se ha convertido en objeto de burla porque es evidente que da para ello.

Nothing to see here, just Craig Slater having a swim at the #MiamiGP‘s fake harbour 😂 pic.twitter.com/LB48SQgedq

— Sky Sports F1 (@SkySportsF1) May 3, 2022

El trazado transcurre por la zona de Miami Garden, con el Hard Rock Stadium como epicentro. El feudo de los míticos Miami Dolphins (el legendario quarterback Dan Marino será uno de los invitados de honor en el paddock) estará de fondo mientras los coches circulan al lado, y dejará estampas únicas.

El objetivo de este circuito es evidente: que Miami sea un nuevo Mónaco. Es el mejor ejemplo posible, no sólo porque la presencia del Principado empieza a estar en entredicho, sino porque Liberty Media, dueños de la competición, están empeñados en que Estados Unidos sea un actor protagonista en el panorama de la Fórmula 1. La inamovible IndyCar sigue siendo la competición de monoplazas reina, pero la tendencia al alza del Gran Circo es evidente.

Por eso no han escatimado en que el escenario sea perfecto. Luces de neón como idea central de los carteles, reminiscencias a fenómenos como la serie ‘Corrupción en Miami’, y el lujo y ambiente casi hollywoodiense como centro de la comunicación que llega desde el circuito es el motivo por el cual no les da pudor ni vergüenza llegar a inventarse un puerto solo porque queda bien en la retransmisión.

Y es que el circuito está en la zona del Miami Garden, a unos kilómetros de la playa.

Tres rectas (especialmente larga la última), sobre un trazado de 5,41 kilómetros y 19 curvas donde se estima que se superen los 320 km/h pretende ser uno de los circuitos más espectaculares del calendario.

Este será el 11º circuito de Fórmula 1 en territorio estadounidense en la historia de la competición, y primero de los dos en este año antes de visitar Austin (Texas) en unos meses.