El presidente del Eintracht: «190.000 fans no podrán estar en este estadio de Mickey Mouse»
Sevilla ha sido tomada por aficionados del Eintracht de Frankfurt y del Rangers FC por la final de la Europa League. El Sánchez Pizjuán alberga un partido histórico para los dos equipos, que buscarán conquistar el segundo trofeo más importante del fútbol europeo en una ciudad idónea para hacer turismo y disfrutar del buen clima.
Eso ha hecho que miles de aficionados viajen a la capital, tengan o no entradas. Las estimaciones más altas hablan de 200.000 aficionados del equipo alemán por unos 100.000 del escocés en Sevilla, lo que ya ha provocado algunos problemas de seguridad incluidas detenciones.
El problema es que de esos aficionados, solo los más afortunados tendrán entrada. El estadio del Sevilla tiene una capacidad máxima de 43.883 espectadores, lo que ya supone un problema porque ni mucho menos puede cumplir con la demanda, pero además la UEFA solo repartió 10.000 entradas para cada equipo, dejándose el resto para ellos mismos. Como muchísimo, uno de los dos equipos podría tener unos 30.000 espectadores.
En las últimas jornadas se han visto imágenes de aficionados de ambos equipos disfrutando del alcohol y el sol a raudales, y pese a que los bares se se frotan las manos por la venta de cerveza, los hay que ya han pasado el punto de no retorno.
#SGEuropa Fans suchen auf dem Frankfurter Fanfest im Jardines del Prado entspannte Abkühlung 😂😂 Plan: Später dann Glasgow nass machen. #Eintracht #SGERFC pic.twitter.com/UIsa8siQfA— Joscha Bartlitz (@joschabartlitz) May 18, 2022
Aunque esto ocurre en todas las grandes finales, pocas veces se escucha a una de las partes implicadas quejarse. Lo ha hecho el mismísimo presidente del Eintracht, Peter Fischer, que ha lamentado la elección de la UEFA. «Habrá 190.000 fans que no podrán estar en este estadio de Mickey Mouse», se quejó, dejando bien clara su opinión sobre el Sánchez Pizjuán.
Esta será la segunda vez que Sevilla albergue la final de la Europa League (antigua Copa de la UEFA), después de la que enfrentó al Oporto y al Celtic (el otro equipo clásico de Glasgow) en 2003 en la Cartuja. El Sánchez Pizjuán en sí fue la sede de la final de la Copa de Europa, actual Champions League, en 1986, cuando el Barcelona fue derrotado por el Steaua de Bucarest.
Sevilla ha sido tomada por aficionados del Eintracht de Frankfurt y del Rangers FC por la final de la Europa League. El Sánchez Pizjuán alberga un partido histórico para los dos equipos, que buscarán conquistar el segundo trofeo más importante del fútbol europeo en una ciudad idónea para hacer turismo y disfrutar del buen clima.
Eso ha hecho que miles de aficionados viajen a la capital, tengan o no entradas. Las estimaciones más altas hablan de 200.000 aficionados del equipo alemán por unos 100.000 del escocés en Sevilla, lo que ya ha provocado algunos problemas de seguridad incluidas detenciones.
El problema es que de esos aficionados, solo los más afortunados tendrán entrada. El estadio del Sevilla tiene una capacidad máxima de 43.883 espectadores, lo que ya supone un problema porque ni mucho menos puede cumplir con la demanda, pero además la UEFA solo repartió 10.000 entradas para cada equipo, dejándose el resto para ellos mismos. Como muchísimo, uno de los dos equipos podría tener unos 30.000 espectadores.
En las últimas jornadas se han visto imágenes de aficionados de ambos equipos disfrutando del alcohol y el sol a raudales, y pese a que los bares se se frotan las manos por la venta de cerveza, los hay que ya han pasado el punto de no retorno.
#SGEuropa Fans suchen auf dem Frankfurter Fanfest im Jardines del Prado entspannte Abkühlung 😂😂 Plan: Später dann Glasgow nass machen. #Eintracht #SGERFC pic.twitter.com/UIsa8siQfA
— Joscha Bartlitz (@joschabartlitz) May 18, 2022
Aunque esto ocurre en todas las grandes finales, pocas veces se escucha a una de las partes implicadas quejarse. Lo ha hecho el mismísimo presidente del Eintracht, Peter Fischer, que ha lamentado la elección de la UEFA. «Habrá 190.000 fans que no podrán estar en este estadio de Mickey Mouse«, se quejó, dejando bien clara su opinión sobre el Sánchez Pizjuán.
Esta será la segunda vez que Sevilla albergue la final de la Europa League (antigua Copa de la UEFA), después de la que enfrentó al Oporto y al Celtic (el otro equipo clásico de Glasgow) en 2003 en la Cartuja. El Sánchez Pizjuán en sí fue la sede de la final de la Copa de Europa, actual Champions League, en 1986, cuando el Barcelona fue derrotado por el Steaua de Bucarest.