El tiro en la nuca
No digo yo que haya sido ahí, pero sí que se lo han dado ellos mismos en el pie. El Sr. Rubiales y Gerard Piqué han dejado todas las dudas del mundo en las competiciones del fútbol profesional en España con los audios, los documentos y con sus explicaciones públicas.
Vaya por delante que el hackeo de ordenadores o teléfonos es un delito y espero que la justicia detenga a los autores, pero por muchas horas que hayan estado dando la cara, las dudas de ahora en adelante, siempre estarán en cada falta, en las tarjetas amarillas o rojas, en el VAR y en los bares.
Por mucho que se enfaden Piqué y el presidente de la RFEF porque pongamos en duda su moralidad, a mi no me convencen y me mosquearé con determinadas cosas que en el futuro puedan pasar en el fútbol patrio. Aunque de entrada crea que todo pueda ser legal, es amoral (que no les interesa la moral) ni lo que la gente pueda pensar de sus lícitos acuerdos financieros con beneficio final para el fútbol modesto y para sus propias cuentas corrientes.
El buen destino del dinero, al menos para mí, no justifica su procedencia. No se deben firmar acuerdos si al final necesitas horas para que crean que eres un tipo legal. De ninguno de los dos (Rubiales & Piqué) de momento, tengo que dudar. Tampoco de que los acuerdos sean legales. Si yo si hubiera aceptado acuerdos legales, pero ligados con mi profesión, mis cuentas tendrían números azules y no rojos. Sin embargo, pensé más en el qué dirán aunque tuviera una red clientelar que por mayoría, justificara mis ingresos.
No digo yo que haya sido ahí, pero sí que se lo han dado ellos mismos en el pie. El Sr. Rubiales y Gerard Piqué han dejado todas las dudas del mundo en las competiciones del fútbol profesional en España con los audios, los documentos y con sus explicaciones públicas.
Vaya por delante que el hackeo de ordenadores o teléfonos es un delito y espero que la justicia detenga a los autores, pero por muchas horas que hayan estado dando la cara, las dudas de ahora en adelante, siempre estarán en cada falta, en las tarjetas amarillas o rojas, en el VAR y en los bares.
Por mucho que se enfaden Piqué y el presidente de la RFEF porque pongamos en duda su moralidad, a mi no me convencen y me mosquearé con determinadas cosas que en el futuro puedan pasar en el fútbol patrio. Aunque de entrada crea que todo pueda ser legal, es amoral (que no les interesa la moral) ni lo que la gente pueda pensar de sus lícitos acuerdos financieros con beneficio final para el fútbol modesto y para sus propias cuentas corrientes.
El buen destino del dinero, al menos para mí, no justifica su procedencia. No se deben firmar acuerdos si al final necesitas horas para que crean que eres un tipo legal. De ninguno de los dos (Rubiales & Piqué) de momento, tengo que dudar. Tampoco de que los acuerdos sean legales. Si yo si hubiera aceptado acuerdos legales, pero ligados con mi profesión, mis cuentas tendrían números azules y no rojos. Sin embargo, pensé más en el qué dirán aunque tuviera una red clientelar que por mayoría, justificara mis ingresos.