El violento cabeceo de Fernando Alonso por culpa del ‘porpoising’, el gran problema de los nuevos Fórmula 1
La palabra de moda en la Fórmula 1 es ‘porpoising’, cuya traducción más exacta al castellano es ‘marsopeo’. Se trata del rebote que están sufriendo todos los pilotos en pista, en mayor o menor medida, como consecuencia del aumento del efecto suelo en los nuevos coches de esta temporada.
Mejor que por escrito se entiende perfectamente con un vídeo de uno de los corredores, Fernando Alonso en este caso. En el último día de los test de esta pretemporada ha dejado una imagen muy significativa durante una vuelta completa en la que se ve, con la cámara de dentro y de fuera del coche, las consecuencias que tiene. En esa vuelta se observa cómo especialmente a final de recta, justo antes del punto de frenada, el cabeceo que sufren los pilotos les hace perder ligeramente el foco, lo que consecuentemente les impide pisar el pedal en condiciones.
Alonso Violent Porpoising | Formula 1 2022 pic.twitter.com/9SkRjNY0Cc— Motor Racing Clips (@MotorRacingClip) March 12, 2022
Cada equipo lo está sobrellevando como puede. La solución pasa por modificar el comportamiento de la suspensión, pero eso conlleva sacrificar eficiencia aerodinámica: cuanto más blandas sean, menos rebote deberían sufrir.
Mercedes, con ese W13 tan arriesgado con pontones prácticamente inexistentes, es una de las escuderías que más lo sufren. George Russell, el nuevo compañero de Lewis Hamilton, se ha quejado públicamente de que este es un problema de seguridad para los pilotos, ya que llegan a marearse y pierden visión. En la misma línea se mostraba Charles Leclerc, pese a que Ferrari con las últimas modificaciones que han implementado en el suelo del F1-75 han podido solventarlo hasta cierto punto.
La FIA está pensando seriamente en abrir la mano en este aspecto. Sin llegar a permitir las suspensiones activas ‘per se’, prohibidas desde 1993, sí están pensando si deben permitir que jueguen más con sus recorridos o incluso permitir que los morros se bajen más de lo inicialmente establecido en la nueva normativa técnica.
La palabra de moda en la Fórmula 1 es ‘porpoising’, cuya traducción más exacta al castellano es ‘marsopeo’. Se trata del rebote que están sufriendo todos los pilotos en pista, en mayor o menor medida, como consecuencia del aumento del efecto suelo en los nuevos coches de esta temporada.
Mejor que por escrito se entiende perfectamente con un vídeo de uno de los corredores, Fernando Alonso en este caso. En el último día de los test de esta pretemporada ha dejado una imagen muy significativa durante una vuelta completa en la que se ve, con la cámara de dentro y de fuera del coche, las consecuencias que tiene. En esa vuelta se observa cómo especialmente a final de recta, justo antes del punto de frenada, el cabeceo que sufren los pilotos les hace perder ligeramente el foco, lo que consecuentemente les impide pisar el pedal en condiciones.
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— Motor Racing Clips (@MotorRacingClip) March 12, 2022
Cada equipo lo está sobrellevando como puede. La solución pasa por modificar el comportamiento de la suspensión, pero eso conlleva sacrificar eficiencia aerodinámica: cuanto más blandas sean, menos rebote deberían sufrir.
Mercedes, con ese W13 tan arriesgado con pontones prácticamente inexistentes, es una de las escuderías que más lo sufren. George Russell, el nuevo compañero de Lewis Hamilton, se ha quejado públicamente de que este es un problema de seguridad para los pilotos, ya que llegan a marearse y pierden visión. En la misma línea se mostraba Charles Leclerc, pese a que Ferrari con las últimas modificaciones que han implementado en el suelo del F1-75 han podido solventarlo hasta cierto punto.
La FIA está pensando seriamente en abrir la mano en este aspecto. Sin llegar a permitir las suspensiones activas ‘per se’, prohibidas desde 1993, sí están pensando si deben permitir que jueguen más con sus recorridos o incluso permitir que los morros se bajen más de lo inicialmente establecido en la nueva normativa técnica.