Fernando Alonso reflexiona sobre cómo cambió la F1 en España: «La veíamos en la televisión alemana»
No se puede entender el fenómeno de Fernando Alonso sin rememorar lo que fue la marea azul en el GP de España. Aquellas olas inmensas de banderas de Asturias que copaban las gradas de Montmeló ya son historia, aunque la ilusión de la afición nacional no cambia.
Es lo que reflexiona Alonso en una previa que ha grabado para Alpine, en la que comienza dedicándole una carta a un hipotético hermano pequeño que quiere emularle en un eventual Gran Premio de casa.
«Le diría a mi hermano pequeño que disfrutara un poco más de la atmósfera porque cuando estás corriendo y encaras tu primera carrera en casa, estás un poco estresado porque sabes que tu familia y amigos están ahí. Y creo que dejas la carrera de una manera distinta y te encantaría disfrutar un poco más del tiempo fuera de la pista con ellos».
Además de recordar no solo las carreras aquí en Barcelona, sino el casi olvidado circuito urbano de Valencia, y cómo le apoyaron en los años en los que peleaba por el Mundial, Alonso también destacó el ambiente único que se vive en casa. «Pilotamos por todo el mundo, pero en España y quizá también en Brasil, se vive de manera diferente. Es más como un partido de fútbol. Se levantan y cuando vas por cada curva mueven las banderas y lo ves desde el coche en la grada. Es un sentimiento maravilloso», admite.
En España y quizá también en Brasil, se vive de manera diferente. Es más como un partido de fútbol»
El cambio de mentalidad en España
Se dice que el factor cancha influye en todas las competiciones y en la Fórmula 1 también ocurre. Fernando Alonso lo confirma. «Das algo extra, porque ves a toda esa gente, todo ese apoyo e intentas darles algo especial para ellos. Siempre lo intentas, pero el nivel de concentración en tu GP de casa es mayor», señala.
España, y en concreto la afición a la Fórmula 1, le debe mucho a Fernando Alonso. Sin él no se entiende el crecimiento exponencial que se vivió en los primeros años de gloria.
«Fue alucinante ver el cambio en España. Debuté en 2001 y ni siquiera teníamos cobertura televisiva en todas las carreras, así que teníamos que ingeniárnoslas para ver F1 en la televisión alemana, con una parabólica o así. Y en tres o cuatro años hubo un gran cambio y competíamos contra el fútbol en términos de audiencia», rememora.
Este fin de semana, el GP de España se verá en abierto (además de por DAZN, como siempre) por Telecinco.
Aquello supuso un cambio para el propio Alonso. «Había muchos anuncios, así que mi cara estaba por todas partes en aquellos años. Fue un gran cambio para mi y para un país que descubrió un deporte muy bonito», recuerda.
Convertirse en un ídolo conlleva una gran responsabilidad. Alonso habla de cambios con respecto al comportamiento y el ejemplo que quiere ser. «Pienso que hay muchos niños, muchos pilotos jóvenes del karting que intentan seguirte en tu país y ver lo que haces y cómo te comportas, también en las entrevistas. Esa responsabilidad hace que intentes ser un modelo de comportamiento y es muy importante para mi», señala.
Aunque aún le queda tiempo (quizá no tanto como le gustaría) en este deporte en activo, Alonso quiere devolverle tanto a la Fórmula 1 como a España parte de lo que han dado.
«He tenido todo este apoyo de todo el mundo y he sido muy afortunado por tener la oportunidad de pilotar en Fórmula 1, y luego tener un coche rápido para convertirme en campeón del mundo. Y ahora gracias a esa experiencia, contactos y base, si puedo ayudar a jóvenes talentos, hay que intentarlo porque es un deporte individual y estás solo en el coche. Si puedo ayudarles a alcanzar sus sueños, seré muy feliz», promete.
No se puede entender el fenómeno de Fernando Alonso sin rememorar lo que fue la marea azul en el GP de España. Aquellas olas inmensas de banderas de Asturias que copaban las gradas de Montmeló ya son historia, aunque la ilusión de la afición nacional no cambia.
Es lo que reflexiona Alonso en una previa que ha grabado para Alpine, en la que comienza dedicándole una carta a un hipotético hermano pequeño que quiere emularle en un eventual Gran Premio de casa.
«Le diría a mi hermano pequeño que disfrutara un poco más de la atmósfera porque cuando estás corriendo y encaras tu primera carrera en casa, estás un poco estresado porque sabes que tu familia y amigos están ahí. Y creo que dejas la carrera de una manera distinta y te encantaría disfrutar un poco más del tiempo fuera de la pista con ellos«.
Además de recordar no solo las carreras aquí en Barcelona, sino el casi olvidado circuito urbano de Valencia, y cómo le apoyaron en los años en los que peleaba por el Mundial, Alonso también destacó el ambiente único que se vive en casa. «Pilotamos por todo el mundo, pero en España y quizá también en Brasil, se vive de manera diferente. Es más como un partido de fútbol. Se levantan y cuando vas por cada curva mueven las banderas y lo ves desde el coche en la grada. Es un sentimiento maravilloso», admite.
En España y quizá también en Brasil, se vive de manera diferente. Es más como un partido de fútbol»
El cambio de mentalidad en España
Se dice que el factor cancha influye en todas las competiciones y en la Fórmula 1 también ocurre. Fernando Alonso lo confirma. «Das algo extra, porque ves a toda esa gente, todo ese apoyo e intentas darles algo especial para ellos. Siempre lo intentas, pero el nivel de concentración en tu GP de casa es mayor«, señala.
España, y en concreto la afición a la Fórmula 1, le debe mucho a Fernando Alonso. Sin él no se entiende el crecimiento exponencial que se vivió en los primeros años de gloria.
«Fue alucinante ver el cambio en España. Debuté en 2001 y ni siquiera teníamos cobertura televisiva en todas las carreras, así que teníamos que ingeniárnoslas para ver F1 en la televisión alemana, con una parabólica o así. Y en tres o cuatro años hubo un gran cambio y competíamos contra el fútbol en términos de audiencia», rememora.
Este fin de semana, el GP de España se verá en abierto (además de por DAZN, como siempre) por Telecinco.
Aquello supuso un cambio para el propio Alonso. «Había muchos anuncios, así que mi cara estaba por todas partes en aquellos años. Fue un gran cambio para mi y para un país que descubrió un deporte muy bonito», recuerda.
Convertirse en un ídolo conlleva una gran responsabilidad. Alonso habla de cambios con respecto al comportamiento y el ejemplo que quiere ser. «Pienso que hay muchos niños, muchos pilotos jóvenes del karting que intentan seguirte en tu país y ver lo que haces y cómo te comportas, también en las entrevistas. Esa responsabilidad hace que intentes ser un modelo de comportamiento y es muy importante para mi», señala.
Aunque aún le queda tiempo (quizá no tanto como le gustaría) en este deporte en activo, Alonso quiere devolverle tanto a la Fórmula 1 como a España parte de lo que han dado.
«He tenido todo este apoyo de todo el mundo y he sido muy afortunado por tener la oportunidad de pilotar en Fórmula 1, y luego tener un coche rápido para convertirme en campeón del mundo. Y ahora gracias a esa experiencia, contactos y base, si puedo ayudar a jóvenes talentos, hay que intentarlo porque es un deporte individual y estás solo en el coche. Si puedo ayudarles a alcanzar sus sueños, seré muy feliz», promete.