Freddy Rincón, el primer colombiano en la historia del Real Madrid que parecía un buen fichaje… y no lo fue

Freddy Eusebio Rincón Valencia pudo haber sido una estrella en el fútbol español de los años 90. Llegó al Real Madrid con la vitola de ser el centrocampista que al que se le conocía como ‘El Coloso de Buenaventura’ por su gran presencia física. Jorge Valdano apostó por él después de seguir sus andanzas en el Nápoles la campaña anterior y en agosto del 95 se convirtió en el primer colombiano en la historia del club merengue.
No fue, ni mucho menos, lo que se esperaba. Valdano acabó siendo destituido a mitad de campaña para poner en su lugar a un Arsenio Iglesias que veía en Rincón poco más que un bulto sospechoso. Con el ‘bruxo’ de Arteixo no disputó ni un minuto, por lo que Freddy Rincón se fue sin pena ni gloria del Madrid, con 21 partidos disputados (13 de titular) y un gol, antes de irse al Corinthians. No volvió a dejar Brasil, donde hizo una más que aceptable carrera deportiva.
El Real Madrid fue el único equipo en el que no marcó ningún gol. Para un futbolista que alcanzó más de 120 dianas en toda su carrera, está claro que algo pasó.
¿Por qué fracasó Rincón en Madrid?
Valdano, su gran valedor, recordaba en el diario AS que el ‘Coloso’ lo tenía todo. En el Mundial de Estados Unidos de 1994, con la camiseta de Colombia, había destacado notablemente. No en vano, su nombre siempre fue recordado junto al de mitos como Faustino Asprilla, Carlos Valderrama o René Higuita, antes de los más modernos James Rodríguez o Falcao.
«Yo estaba muy atento al ciclo revolucionario de Pacho Maturana y Freddy era uno de los jugadores más atractivos y desequilibrantes de aquella selección. Llegó al Madrid en un momento de gran crisis institucional y Freddy lo pagó como jugador, así como yo lo pagué como entrenador», rememora Valdano.
El problema de adaptación fue clave. Rincón tenía todo para triunfar en el Madrid, pero se encontró con la noche. Nunca se sintió a gusto y enseguida dejó irse. «De Freddy me queda su calidad humana y un sentimiento de frustración porque el madridismo no lo disfrutó en todo su potencial», admite Valdano.
En el libro ‘Parecía un buen fichaje’, de Miguel Gutiérrez (Ed. Córner, 2013), se recuerda cómo el sector más radical del madridismo recibió a Rincón con pintadas racistas, lo que unido a las palabras del por entonces vicepresidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, acabaron por romper la cuerda. «Fue un error de los técnicos», dijo el que luego fuera máximo dirigente blanco.
Un juguete roto al final de su vida
La muerte de Rincón ha sido el final de unos años en los que dejó de ser noticia por el fútbol. Aunque ya había empezado una incipiente carrera como técnico e incluso en la directiva del América de Cali, el club donde más brilló (hizo 54 goles en 176 partidos), su nombre aparecía en las páginas de sucesos.
En mayo de 2007 fue arrestado después de que la INTERPOL lanzara una orden de búsqueda y captura. Su nombre estaba en los documentos de la operación ‘Océanos Gemelos’ contra el narcotráfico en Panamá, señalado como testaferro de Pablo Rayo Montaño, el líder de la organización en cuestión. A día de hoy aún estaba a la espera del fallo judicial.
En 2013 tuvo otro serio accidente de tráfico. En una carretera colombiana, Rincón perdió el control de su coche y dio varias vueltas de campana hasta acabar con varias fracturas y una herida abierta en la cabeza. Sobrevivió, pero le quedaron secuelas.

Freddy Rincón, el primer colombiano en la historia del Real Madrid que parecía un buen fichaje… y no lo fue

Freddy Eusebio Rincón Valencia pudo haber sido una estrella en el fútbol español de los años 90. Llegó al Real Madrid con la vitola de ser el centrocampista que al que se le conocía como 'El Coloso de Buenaventura' por su gran presencia física. Jorge Valdano apostó por él después de seguir sus andanzas en el Nápoles la campaña anterior y en agosto del 95 se convirtió en el primer colombiano en la historia del club merengue. No fue, ni mucho menos, lo que se esperaba. Valdano acabó siendo destituido a mitad de campaña para poner en su lugar a un Arsenio Iglesias que veía en Rincón poco más que un bulto sospechoso. Con el 'bruxo' de Arteixo no disputó ni un minuto, por lo que Freddy Rincón se fue sin pena ni gloria del Madrid, con 21 partidos disputados (13 de titular) y un gol, antes de irse al Corinthians. No volvió a dejar Brasil, donde hizo una más que aceptable carrera deportiva. El Real Madrid fue el único equipo en el que no marcó ningún gol. Para un futbolista que alcanzó más de 120 dianas en toda su carrera, está claro que algo pasó. ¿Por qué fracasó Rincón en Madrid? Valdano, su gran valedor, recordaba en el diario AS que el 'Coloso' lo tenía todo. En el Mundial de Estados Unidos de 1994, con la camiseta de Colombia, había destacado notablemente. No en vano, su nombre siempre fue recordado junto al de mitos como Faustino Asprilla, Carlos Valderrama o René Higuita, antes de los más modernos James Rodríguez o Falcao. "Yo estaba muy atento al ciclo revolucionario de Pacho Maturana y Freddy era uno de los jugadores más atractivos y desequilibrantes de aquella selección. Llegó al Madrid en un momento de gran crisis institucional y Freddy lo pagó como jugador, así como yo lo pagué como entrenador", rememora Valdano. El problema de adaptación fue clave. Rincón tenía todo para triunfar en el Madrid, pero se encontró con la noche. Nunca se sintió a gusto y enseguida dejó irse. "De Freddy me queda su calidad humana y un sentimiento de frustración porque el madridismo no lo disfrutó en todo su potencial", admite Valdano. En el libro 'Parecía un buen fichaje', de Miguel Gutiérrez (Ed. Córner, 2013), se recuerda cómo el sector más radical del madridismo recibió a Rincón con pintadas racistas, lo que unido a las palabras del por entonces vicepresidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, acabaron por romper la cuerda. "Fue un error de los técnicos", dijo el que luego fuera máximo dirigente blanco. Un juguete roto al final de su vida La muerte de Rincón ha sido el final de unos años en los que dejó de ser noticia por el fútbol. Aunque ya había empezado una incipiente carrera como técnico e incluso en la directiva del América de Cali, el club donde más brilló (hizo 54 goles en 176 partidos), su nombre aparecía en las páginas de sucesos. En mayo de 2007 fue arrestado después de que la INTERPOL lanzara una orden de búsqueda y captura. Su nombre estaba en los documentos de la operación 'Océanos Gemelos' contra el narcotráfico en Panamá, señalado como testaferro de Pablo Rayo Montaño, el líder de la organización en cuestión. A día de hoy aún estaba a la espera del fallo judicial. En 2013 tuvo otro serio accidente de tráfico. En una carretera colombiana, Rincón perdió el control de su coche y dio varias vueltas de campana hasta acabar con varias fracturas y una herida abierta en la cabeza. Sobrevivió, pero le quedaron secuelas.

Freddy Eusebio Rincón Valencia pudo haber sido una estrella en el fútbol español de los años 90. Llegó al Real Madrid con la vitola de ser el centrocampista que al que se le conocía como ‘El Coloso de Buenaventura’ por su gran presencia física. Jorge Valdano apostó por él después de seguir sus andanzas en el Nápoles la campaña anterior y en agosto del 95 se convirtió en el primer colombiano en la historia del club merengue.

No fue, ni mucho menos, lo que se esperaba. Valdano acabó siendo destituido a mitad de campaña para poner en su lugar a un Arsenio Iglesias que veía en Rincón poco más que un bulto sospechoso. Con el ‘bruxo’ de Arteixo no disputó ni un minuto, por lo que Freddy Rincón se fue sin pena ni gloria del Madrid, con 21 partidos disputados (13 de titular) y un gol, antes de irse al Corinthians. No volvió a dejar Brasil, donde hizo una más que aceptable carrera deportiva.

El Real Madrid fue el único equipo en el que no marcó ningún gol. Para un futbolista que alcanzó más de 120 dianas en toda su carrera, está claro que algo pasó.

¿Por qué fracasó Rincón en Madrid?

Valdano, su gran valedor, recordaba en el diario AS que el ‘Coloso’ lo tenía todo. En el Mundial de Estados Unidos de 1994, con la camiseta de Colombia, había destacado notablemente. No en vano, su nombre siempre fue recordado junto al de mitos como Faustino Asprilla, Carlos Valderrama o René Higuita, antes de los más modernos James Rodríguez o Falcao.

«Yo estaba muy atento al ciclo revolucionario de Pacho Maturana y Freddy era uno de los jugadores más atractivos y desequilibrantes de aquella selección. Llegó al Madrid en un momento de gran crisis institucional y Freddy lo pagó como jugador, así como yo lo pagué como entrenador», rememora Valdano.

El problema de adaptación fue clave. Rincón tenía todo para triunfar en el Madrid, pero se encontró con la noche. Nunca se sintió a gusto y enseguida dejó irse. «De Freddy me queda su calidad humana y un sentimiento de frustración porque el madridismo no lo disfrutó en todo su potencial», admite Valdano.

En el libro ‘Parecía un buen fichaje‘, de Miguel Gutiérrez (Ed. Córner, 2013), se recuerda cómo el sector más radical del madridismo recibió a Rincón con pintadas racistas, lo que unido a las palabras del por entonces vicepresidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, acabaron por romper la cuerda. «Fue un error de los técnicos», dijo el que luego fuera máximo dirigente blanco.

Un juguete roto al final de su vida

La muerte de Rincón ha sido el final de unos años en los que dejó de ser noticia por el fútbol. Aunque ya había empezado una incipiente carrera como técnico e incluso en la directiva del América de Cali, el club donde más brilló (hizo 54 goles en 176 partidos), su nombre aparecía en las páginas de sucesos.

En mayo de 2007 fue arrestado después de que la INTERPOL lanzara una orden de búsqueda y captura. Su nombre estaba en los documentos de la operación ‘Océanos Gemelos’ contra el narcotráfico en Panamá, señalado como testaferro de Pablo Rayo Montaño, el líder de la organización en cuestión. A día de hoy aún estaba a la espera del fallo judicial.

En 2013 tuvo otro serio accidente de tráfico. En una carretera colombiana, Rincón perdió el control de su coche y dio varias vueltas de campana hasta acabar con varias fracturas y una herida abierta en la cabeza. Sobrevivió, pero le quedaron secuelas.