La mujer de Jamie Vardy pagará 1,7 millones de euros tras perder el juicio contra Rooney
La esposa del futbolista inglés Jamie Vardy, Rebekah Vardy, deberá pagar 1,5 millones de libras (1,7 millones de euros) en concepto de gastos legales a Coleen Rooney, mujer del exjugador Wayne Rooney, tras haber perdido el juicio en la que la acusaba de difamación.
El Tribunal Superior de Londres, que en julio ya falló en contra de Vardy, dictaminó este martes que la mujer debe hacer frente al 90 % de los costos del proceso y le conminó a abonar las primeras 800.000 libras (920.000 euros) antes del 15 de noviembre.
Vardy fue quien inició en los tribunales un mediático caso que la prensa británica ha bautizado como «Wagatha Christie» (un juego de palabras con la famosa autora de novela negra y la condición de parejas de futbolistas de las implicadas). La esposa del delantero de Leicester denunció por difamación a Rooney, quien a su vez la había acusado públicamente de filtrar historias falsas sobre su vida privada a los tabloides.
Al analizar el caso, la juez descartó la difamación y dictaminó, en cambio, que las sospechas que había expresado Rooney en las redes sociales eran «sustancialmente ciertas».
La esposa del futbolista inglés Jamie Vardy, Rebekah Vardy, deberá pagar 1,5 millones de libras (1,7 millones de euros) en concepto de gastos legales a Coleen Rooney, mujer del exjugador Wayne Rooney, tras haber perdido el juicio en la que la acusaba de difamación.
El Tribunal Superior de Londres, que en julio ya falló en contra de Vardy, dictaminó este martes que la mujer debe hacer frente al 90 % de los costos del proceso y le conminó a abonar las primeras 800.000 libras (920.000 euros) antes del 15 de noviembre.
Vardy fue quien inició en los tribunales un mediático caso que la prensa británica ha bautizado como «Wagatha Christie» (un juego de palabras con la famosa autora de novela negra y la condición de parejas de futbolistas de las implicadas). La esposa del delantero de Leicester denunció por difamación a Rooney, quien a su vez la había acusado públicamente de filtrar historias falsas sobre su vida privada a los tabloides.
Al analizar el caso, la juez descartó la difamación y dictaminó, en cambio, que las sospechas que había expresado Rooney en las redes sociales eran «sustancialmente ciertas».