La renovación de Carlos Sainz con Ferrari se encuentra con varias piedras

Salvo hecatombe, Carlos Sainz va a seguir siendo piloto de Ferrari, al menos, una temporada más. El piloto madrileño se ha ganado el cariño, el respeto y la admiración no sólo de los tifosi sino también de los responsables de la Scuderia, algo que no es sencillo ni seuele ser común en muchos casos. En su primera campaña de rojo fue el primer piloto, aunque superó por la mínima a Charles Leclerc, dejó bien demostrado que está a la altura del reto.
Todo parecía hecho. Una vez acabada la temporada 2021 y cumplido el objetivo (tres podios, incluido el último en ese inolvidable GP de Abu Dhabi que resolvió el título), la renovación era un mero trámite.
Que Sainz arrancara, además, la campaña 2022 con otros dos resultados en el cajón, hacía más que claro que se iba a continuar y de hecho todas las palabras de todos los ámbitos apuntaban a esa realidad. Mattia Binotto, jefe de Ferrari, llegó a decir que solo faltaba la firma.
Como si eso fuera poco.
La duración del contrato y las presiones de fuera
La llegada al GP de Emilia Romaña, en el legendario Imola, se presenta como un escenario perfecto para la firma. Irónicamente, Sainz no pasa por el mejor momento del año. Mientras Leclerc ha arrasado hasta el punto de que, pase lo que pase este fin de semana, seguirá siendo el líder del Mundial destacado, el español abandonó (primera vez con Ferrari) en Australia y las sensaciones no fueron nada positivas.
Además, lo que en teoría era una firma se frenó en las últimas semanas por una cuestión que no es tan nimia como parece: la duración del contrato. El piloto quería firmar dos años, hasta 2024 (misma duración que Leclerc), pero la Scuderia solo quería darle 1+1. La posibilidad de romper por cualquiera de los dos lados no gustaba al madrileño, que prefiere la tranquilidad de tener garantizado su puesto para evitar que los cantos de sirena le descentren del objetivo.
Esos cantos llegan de Alemania y tienen un apellido ilustrísimo: el del mismísimo Mick Schumacher. El hijo del káiser es miembro de la Ferrari Drivers Academy, la cantera de la Scuderia, y aunque Haas ha dado un salto adelante este año, muchos le ven ya preparado para sumir el reto de defender el escudo donde su padre se hizo leyenda.
La presión desde Alemania no es menor que desde España, ya que el altavoz mediático del que goza Sainz está más que asentado, pero por su bien querría firmar cuanto antes.
Hay quien no descarta tampoco que se metan más actores en escena, como un Lewis Hamilton al que se le acaba el contrato con Mercedes este año o incluso un Fernando Alonso que dijo que quería estar uno o dos años más en Alpine o en otro equipo. Esta última posibilidad suena a triple tirabuzón, pero como dijo aquel: si el propio Alonso volvió a McLaren o es posible encontrar pareja estable en Tinder…

La renovación de Carlos Sainz con Ferrari se encuentra con varias piedras

Salvo hecatombe, Carlos Sainz va a seguir siendo piloto de Ferrari, al menos, una temporada más. El piloto madrileño se ha ganado el cariño, el respeto y la admiración no sólo de los tifosi sino también de los responsables de la Scuderia, algo que no es sencillo ni seuele ser común en muchos casos. En su primera campaña de rojo fue el primer piloto, aunque superó por la mínima a Charles Leclerc, dejó bien demostrado que está a la altura del reto. Todo parecía hecho. Una vez acabada la temporada 2021 y cumplido el objetivo (tres podios, incluido el último en ese inolvidable GP de Abu Dhabi que resolvió el título), la renovación era un mero trámite. Que Sainz arrancara, además, la campaña 2022 con otros dos resultados en el cajón, hacía más que claro que se iba a continuar y de hecho todas las palabras de todos los ámbitos apuntaban a esa realidad. Mattia Binotto, jefe de Ferrari, llegó a decir que solo faltaba la firma. Como si eso fuera poco. La duración del contrato y las presiones de fuera La llegada al GP de Emilia Romaña, en el legendario Imola, se presenta como un escenario perfecto para la firma. Irónicamente, Sainz no pasa por el mejor momento del año. Mientras Leclerc ha arrasado hasta el punto de que, pase lo que pase este fin de semana, seguirá siendo el líder del Mundial destacado, el español abandonó (primera vez con Ferrari) en Australia y las sensaciones no fueron nada positivas. Además, lo que en teoría era una firma se frenó en las últimas semanas por una cuestión que no es tan nimia como parece: la duración del contrato. El piloto quería firmar dos años, hasta 2024 (misma duración que Leclerc), pero la Scuderia solo quería darle 1+1. La posibilidad de romper por cualquiera de los dos lados no gustaba al madrileño, que prefiere la tranquilidad de tener garantizado su puesto para evitar que los cantos de sirena le descentren del objetivo. Esos cantos llegan de Alemania y tienen un apellido ilustrísimo: el del mismísimo Mick Schumacher. El hijo del káiser es miembro de la Ferrari Drivers Academy, la cantera de la Scuderia, y aunque Haas ha dado un salto adelante este año, muchos le ven ya preparado para sumir el reto de defender el escudo donde su padre se hizo leyenda. La presión desde Alemania no es menor que desde España, ya que el altavoz mediático del que goza Sainz está más que asentado, pero por su bien querría firmar cuanto antes. Hay quien no descarta tampoco que se metan más actores en escena, como un Lewis Hamilton al que se le acaba el contrato con Mercedes este año o incluso un Fernando Alonso que dijo que quería estar uno o dos años más en Alpine o en otro equipo. Esta última posibilidad suena a triple tirabuzón, pero como dijo aquel: si el propio Alonso volvió a McLaren o es posible encontrar pareja estable en Tinder...

Salvo hecatombe, Carlos Sainz va a seguir siendo piloto de Ferrari, al menos, una temporada más. El piloto madrileño se ha ganado el cariño, el respeto y la admiración no sólo de los tifosi sino también de los responsables de la Scuderia, algo que no es sencillo ni seuele ser común en muchos casos. En su primera campaña de rojo fue el primer piloto, aunque superó por la mínima a Charles Leclerc, dejó bien demostrado que está a la altura del reto.

Todo parecía hecho. Una vez acabada la temporada 2021 y cumplido el objetivo (tres podios, incluido el último en ese inolvidable GP de Abu Dhabi que resolvió el título), la renovación era un mero trámite.

Que Sainz arrancara, además, la campaña 2022 con otros dos resultados en el cajón, hacía más que claro que se iba a continuar y de hecho todas las palabras de todos los ámbitos apuntaban a esa realidad. Mattia Binotto, jefe de Ferrari, llegó a decir que solo faltaba la firma.

Como si eso fuera poco.

La duración del contrato y las presiones de fuera

La llegada al GP de Emilia Romaña, en el legendario Imola, se presenta como un escenario perfecto para la firma. Irónicamente, Sainz no pasa por el mejor momento del año. Mientras Leclerc ha arrasado hasta el punto de que, pase lo que pase este fin de semana, seguirá siendo el líder del Mundial destacado, el español abandonó (primera vez con Ferrari) en Australia y las sensaciones no fueron nada positivas.

Además, lo que en teoría era una firma se frenó en las últimas semanas por una cuestión que no es tan nimia como parece: la duración del contrato. El piloto quería firmar dos años, hasta 2024 (misma duración que Leclerc), pero la Scuderia solo quería darle 1+1. La posibilidad de romper por cualquiera de los dos lados no gustaba al madrileño, que prefiere la tranquilidad de tener garantizado su puesto para evitar que los cantos de sirena le descentren del objetivo.

Esos cantos llegan de Alemania y tienen un apellido ilustrísimo: el del mismísimo Mick Schumacher. El hijo del káiser es miembro de la Ferrari Drivers Academy, la cantera de la Scuderia, y aunque Haas ha dado un salto adelante este año, muchos le ven ya preparado para sumir el reto de defender el escudo donde su padre se hizo leyenda.

La presión desde Alemania no es menor que desde España, ya que el altavoz mediático del que goza Sainz está más que asentado, pero por su bien querría firmar cuanto antes.

Hay quien no descarta tampoco que se metan más actores en escena, como un Lewis Hamilton al que se le acaba el contrato con Mercedes este año o incluso un Fernando Alonso que dijo que quería estar uno o dos años más en Alpine o en otro equipo. Esta última posibilidad suena a triple tirabuzón, pero como dijo aquel: si el propio Alonso volvió a McLaren o es posible encontrar pareja estable en Tinder…