Las incógnitas de la ‘selección de emergencia’ de Jorge Vilda a falta de siete meses para el Mundial

La selección española de fútbol femenino se enfrenta a la mayor crisis de su historia a falta de meses para el arranque del Mundial de 2023, una cita a la que, siguiendo la evolución del proyecto, debería llegar como una de las favoritas. Sin embargo, el terremoto que ha sacudido a la plantilla y al entrenador, aún sin visos de solución, complica mucho la continuidad de un proyecto repleto de incógnitas.
Los interrogantes ahora aparecen tanto a corto como a largo plazo, pues si bien la cita mundialista no llegará hasta el próximo verano, el entrenador madrileño debería utilizar el tiempo restante para terminar de ultimar los detalles de un equipo ganador. Y ese tiempo arranca ya, en concreto la próxima semana con una nueva concentración en la que se disputarán dos amistosos.
El conjunto de futbolistas que Vilda anuncie este viernes se concentrará el próximo día 3 de octubre para afrontar dos encuentros de máximo nivel: contra Suecia -actual subcampeona olímpica- el próximo viernes 7 en Córdoba, y contra la vigente campeona del mundo, Estados Unidos, el día 11 de octubre en Pamplona. Estos dos amistosos ofrecían la oportunidad perfecta para demostrar el verdadero nivel de la Roja ante selecciones candidatas al título, un refuerzo necesario tras el ‘fracaso’ de la Eurocopa del pasado verano, pero ahora la situación es diferente.
El pasado jueves, 15 jugadoras -13 seleccionadas en la última convocatoria- enviaron correos electrónicos a título personal a la RFEF solicitando que no fuesen citadas para esta convocatoria hasta que no se revirtiesen «situaciones que afectan» a su «estado emocional y personal y rendimiento». Por ello, Vilda afronta la difícil papeleta de ‘salvar’ estos dos amistosos como local con una ‘selección de emergencia’.
Sin embargo, el seleccionador ya ha pensado en un enorme ‘plan b’ que podría involucrar, al menos, a diez futbolistas que han aparecido en la prelista. Según el medio web Relevo, Enith Salón y Yolanda Aguirre serían las opciones para la portería, Berta Pujadas y Oihane Valdezate, para la defensa, Anna Torrodà y Amanda Sampedro para el centro del campo y en la delantera figuran Maca Portales, Martín-Prieto, Salma Paralluelo y Jennifer Hermoso.
No obstante, el hecho de que aparezcan en la prelista no significa que vayan a comparecer en la convocatoria definitiva, para saberlo habrá que esperar al anuncio oficial de este viernes a partir de las 16.00 horas. En todo caso, la lista sí estará compuesta por muchas caras nuevas que no están hechas a la dinámica del grupo, un problema de gran calado a falta de meses para el inicio de la competición más importante de selecciones.
La ausencia de 15 habituales en el grupo es un paso atrás evidente, pues el seleccionador debe inculcar en la idea de juego en tiempo récord a un esquema que variará considerablemente. Además, esta circunstancia cuenta con agravantes, pues no se puede saber si, de continuar la tensión entre futbolistas y cuerpo técnico, más jugadoras pueden rechazar vestir la camiseta de La Roja.
Por contra, en un escenario que ahora parece menos probable, sin Vilda en el banquillo y con las 15 jugadoras de vuelta en las concentraciones, el sustituto tampoco contaría con el tiempo suficiente para montar un nuevo proyecto. En cualquiera de estas dos hipótesis, España pierde considerablemente sus opciones de hacer un buen papel en el Mundial.

Las incógnitas de la ‘selección de emergencia’ de Jorge Vilda a falta de siete meses para el Mundial

La selección española de fútbol femenino se enfrenta a la mayor crisis de su historia a falta de meses para el arranque del Mundial de 2023, una cita a la que, siguiendo la evolución del proyecto, debería llegar como una de las favoritas. Sin embargo, el terremoto que ha sacudido a la plantilla y al entrenador, aún sin visos de solución, complica mucho la continuidad de un proyecto repleto de incógnitas. Los interrogantes ahora aparecen tanto a corto como a largo plazo, pues si bien la cita mundialista no llegará hasta el próximo verano, el entrenador madrileño debería utilizar el tiempo restante para terminar de ultimar los detalles de un equipo ganador. Y ese tiempo arranca ya, en concreto la próxima semana con una nueva concentración en la que se disputarán dos amistosos. El conjunto de futbolistas que Vilda anuncie este viernes se concentrará el próximo día 3 de octubre para afrontar dos encuentros de máximo nivel: contra Suecia -actual subcampeona olímpica- el próximo viernes 7 en Córdoba, y contra la vigente campeona del mundo, Estados Unidos, el día 11 de octubre en Pamplona. Estos dos amistosos ofrecían la oportunidad perfecta para demostrar el verdadero nivel de la Roja ante selecciones candidatas al título, un refuerzo necesario tras el 'fracaso' de la Eurocopa del pasado verano, pero ahora la situación es diferente. El pasado jueves, 15 jugadoras -13 seleccionadas en la última convocatoria- enviaron correos electrónicos a título personal a la RFEF solicitando que no fuesen citadas para esta convocatoria hasta que no se revirtiesen "situaciones que afectan" a su "estado emocional y personal y rendimiento". Por ello, Vilda afronta la difícil papeleta de 'salvar' estos dos amistosos como local con una 'selección de emergencia'. Sin embargo, el seleccionador ya ha pensado en un enorme 'plan b' que podría involucrar, al menos, a diez futbolistas que han aparecido en la prelista. Según el medio web Relevo, Enith Salón y Yolanda Aguirre serían las opciones para la portería, Berta Pujadas y Oihane Valdezate, para la defensa, Anna Torrodà y Amanda Sampedro para el centro del campo y en la delantera figuran Maca Portales, Martín-Prieto, Salma Paralluelo y Jennifer Hermoso. No obstante, el hecho de que aparezcan en la prelista no significa que vayan a comparecer en la convocatoria definitiva, para saberlo habrá que esperar al anuncio oficial de este viernes a partir de las 16.00 horas. En todo caso, la lista sí estará compuesta por muchas caras nuevas que no están hechas a la dinámica del grupo, un problema de gran calado a falta de meses para el inicio de la competición más importante de selecciones. La ausencia de 15 habituales en el grupo es un paso atrás evidente, pues el seleccionador debe inculcar en la idea de juego en tiempo récord a un esquema que variará considerablemente. Además, esta circunstancia cuenta con agravantes, pues no se puede saber si, de continuar la tensión entre futbolistas y cuerpo técnico, más jugadoras pueden rechazar vestir la camiseta de La Roja. Por contra, en un escenario que ahora parece menos probable, sin Vilda en el banquillo y con las 15 jugadoras de vuelta en las concentraciones, el sustituto tampoco contaría con el tiempo suficiente para montar un nuevo proyecto. En cualquiera de estas dos hipótesis, España pierde considerablemente sus opciones de hacer un buen papel en el Mundial.

La selección española de fútbol femenino se enfrenta a la mayor crisis de su historia a falta de meses para el arranque del Mundial de 2023, una cita a la que, siguiendo la evolución del proyecto, debería llegar como una de las favoritas. Sin embargo, el terremoto que ha sacudido a la plantilla y al entrenador, aún sin visos de solución, complica mucho la continuidad de un proyecto repleto de incógnitas.

Los interrogantes ahora aparecen tanto a corto como a largo plazo, pues si bien la cita mundialista no llegará hasta el próximo verano, el entrenador madrileño debería utilizar el tiempo restante para terminar de ultimar los detalles de un equipo ganador. Y ese tiempo arranca ya, en concreto la próxima semana con una nueva concentración en la que se disputarán dos amistosos.

El conjunto de futbolistas que Vilda anuncie este viernes se concentrará el próximo día 3 de octubre para afrontar dos encuentros de máximo nivel: contra Suecia -actual subcampeona olímpica- el próximo viernes 7 en Córdoba, y contra la vigente campeona del mundo, Estados Unidos, el día 11 de octubre en Pamplona. Estos dos amistosos ofrecían la oportunidad perfecta para demostrar el verdadero nivel de la Roja ante selecciones candidatas al título, un refuerzo necesario tras el ‘fracaso’ de la Eurocopa del pasado verano, pero ahora la situación es diferente.

El pasado jueves, 15 jugadoras -13 seleccionadas en la última convocatoria- enviaron correos electrónicos a título personal a la RFEF solicitando que no fuesen citadas para esta convocatoria hasta que no se revirtiesen «situaciones que afectan» a su «estado emocional y personal y rendimiento». Por ello, Vilda afronta la difícil papeleta de ‘salvar’ estos dos amistosos como local con una ‘selección de emergencia’.

Sin embargo, el seleccionador ya ha pensado en un enorme ‘plan b’ que podría involucrar, al menos, a diez futbolistas que han aparecido en la prelista. Según el medio web Relevo, Enith Salón y Yolanda Aguirre serían las opciones para la portería, Berta Pujadas y Oihane Valdezate, para la defensa, Anna Torrodà y Amanda Sampedro para el centro del campo y en la delantera figuran Maca Portales, Martín-Prieto, Salma Paralluelo y Jennifer Hermoso.

No obstante, el hecho de que aparezcan en la prelista no significa que vayan a comparecer en la convocatoria definitiva, para saberlo habrá que esperar al anuncio oficial de este viernes a partir de las 16.00 horas. En todo caso, la lista sí estará compuesta por muchas caras nuevas que no están hechas a la dinámica del grupo, un problema de gran calado a falta de meses para el inicio de la competición más importante de selecciones.

La ausencia de 15 habituales en el grupo es un paso atrás evidente, pues el seleccionador debe inculcar en la idea de juego en tiempo récord a un esquema que variará considerablemente. Además, esta circunstancia cuenta con agravantes, pues no se puede saber si, de continuar la tensión entre futbolistas y cuerpo técnico, más jugadoras pueden rechazar vestir la camiseta de La Roja.

Por contra, en un escenario que ahora parece menos probable, sin Vilda en el banquillo y con las 15 jugadoras de vuelta en las concentraciones, el sustituto tampoco contaría con el tiempo suficiente para montar un nuevo proyecto. En cualquiera de estas dos hipótesis, España pierde considerablemente sus opciones de hacer un buen papel en el Mundial.