Lío con el Chelsea – Real Madrid: la ida estuvo a punto de moverse al Santiago Bernabéu
Real Madrid y Chelsea protagonizarán uno de los duelos de cuartos de final más deseados. El trece veces ganador de la Champions League se las ve con el vigente campeón, que no pasa sus mejores días y que no podrá contar con el apoyo de su público en casa.
Ese duelo en Stamford Bridge será el encuentro de ida, ya que así lo dirimió el sorteo, pero la normativa de la UEFA lo puso en riesgo y el Atlético de Madrid era el responsable inesperado.
Real Madrid y Atlético habían quedado encuadrados como los segundos equipos en el sorteo, por lo que sus encuentros de ida iban a ser en Inglaterra y los de vuelta en casa. Al ser estos últimos en la misma ciudad, se planteó un serio problema en términos del dispositivo. La eventual llegada a Madrid de aficionados ingleses de Chelsea y Manchester City el día 12 de abril obligaba a un despliegue de fuerzas de seguridad el doble de complicado y costoso, por lo que se planteó una opción que generó mucha polémica: cambiar el orden del duelo.
En un principio, se planteó que el Chelsea – Real Madrid se convirtiera en un Real Madrid – Chelsea, de forma que la ida fuese en el Bernabéu y la vuelta en Stamford Bridge. De esta manera, no coincidirían en la misma ciudad (aunque sí el mismo día) el partidos de los blancos con el del Atlético de Madrid. Los rojiblancos, como vigentes campeones de Liga, tenían preferencia a la hora de elegir.
En cuanto se empezó a rumorear (e incluso a dar por hecho), la hinchada blanca se echó las manos a la cabeza, al considerar que perdían ventaja por no poder tener el público a su favor en caso de necesidad de una remontada en la vuelta. Ya se vio contra el PSG que el apoyo del Bernabéu es clave si la ida había acabado con un resultado negativo.
Tras varias horas de rumores, la UEFA tomó la decisión menos mala: poner los partidos de Real Madrid y Atlético en días distintos. La semana del 12 y 13 de abril, para los partidos de vuelta, habrá cientos de aficionados de Chelsea y Manchester City en la capital pero, al menos, no coincidirán el mismo día con los ánimos exaltados.
Real Madrid y Chelsea protagonizarán uno de los duelos de cuartos de final más deseados. El trece veces ganador de la Champions League se las ve con el vigente campeón, que no pasa sus mejores días y que no podrá contar con el apoyo de su público en casa.
Ese duelo en Stamford Bridge será el encuentro de ida, ya que así lo dirimió el sorteo, pero la normativa de la UEFA lo puso en riesgo y el Atlético de Madrid era el responsable inesperado.
Real Madrid y Atlético habían quedado encuadrados como los segundos equipos en el sorteo, por lo que sus encuentros de ida iban a ser en Inglaterra y los de vuelta en casa. Al ser estos últimos en la misma ciudad, se planteó un serio problema en términos del dispositivo. La eventual llegada a Madrid de aficionados ingleses de Chelsea y Manchester City el día 12 de abril obligaba a un despliegue de fuerzas de seguridad el doble de complicado y costoso, por lo que se planteó una opción que generó mucha polémica: cambiar el orden del duelo.
En un principio, se planteó que el Chelsea – Real Madrid se convirtiera en un Real Madrid – Chelsea, de forma que la ida fuese en el Bernabéu y la vuelta en Stamford Bridge. De esta manera, no coincidirían en la misma ciudad (aunque sí el mismo día) el partidos de los blancos con el del Atlético de Madrid. Los rojiblancos, como vigentes campeones de Liga, tenían preferencia a la hora de elegir.
En cuanto se empezó a rumorear (e incluso a dar por hecho), la hinchada blanca se echó las manos a la cabeza, al considerar que perdían ventaja por no poder tener el público a su favor en caso de necesidad de una remontada en la vuelta. Ya se vio contra el PSG que el apoyo del Bernabéu es clave si la ida había acabado con un resultado negativo.
Tras varias horas de rumores, la UEFA tomó la decisión menos mala: poner los partidos de Real Madrid y Atlético en días distintos. La semana del 12 y 13 de abril, para los partidos de vuelta, habrá cientos de aficionados de Chelsea y Manchester City en la capital pero, al menos, no coincidirán el mismo día con los ánimos exaltados.