Malos tiempos para la ética
Todo es legal, punto: las sonrojantes comisiones del dúo Medina-Luceño, los trapicheos de la pareja Rubi-Geri o incluso las escuchas de Pegasus a los sediciosos independentistas.
Todo es legal. Ético o moral… poco parece importar. La codicia llena los bolsillos, pero no permite comprar la honestidad. Se ha puesto muy cara.

Todo es legal, punto: las sonrojantes comisiones del dúo Medina-Luceño, los trapicheos de la pareja Rubi-Geri o incluso las escuchas de Pegasus a los sediciosos independentistas. Todo es legal. Ético o moral... poco parece importar. La codicia llena los bolsillos, pero no permite comprar la honestidad. Se ha puesto muy cara.
Todo es legal, punto: las sonrojantes comisiones del dúo Medina-Luceño, los trapicheos de la pareja Rubi-Geri o incluso las escuchas de Pegasus a los sediciosos independentistas.
Todo es legal. Ético o moral… poco parece importar. La codicia llena los bolsillos, pero no permite comprar la honestidad. Se ha puesto muy cara.