Mariano García y Álvaro de Arriba caen en semifinales de 800; Torrijos, eliminado en triple salto

España no tendrá representación el sábado en la final de 800 metros de los Mundiales de Atletismo de Eugene: sus dos semifinalistas, el murciano Mariano García y el salmantino Álvaro de Arriba, cayeron en la penúltima ronda con marcas respectivas de 1:46.70 y 1:46.30.
Las semifinales recuperaban la complicada fórmula de paso que convierte al 800 en una de las pruebas de más difícil acceso a la final: solo los dos primeros de cada semifinal, y dos por tiempos, avanzaban hasta la final del sábado. El más mínimo error costaba la eliminación.
Mariano García, actual campeón del mundo en pista cubierta, había sentido «sensaciones espectaculares» en la primera ronda, pero un día después el reto que afrontaba en la segunda semifinal era mayúsculo. Su marca personal (1:45.12) era la peor de todas.
En una carrera con un parcial de 51.91 al paso por el 400, García llegó al último 200 en segunda posición, pero cuando en la recta final se desató el sprint, cedió unos metros y terminó arrojando la toalla cuando se vio fuera de las plazas de finalista. Terminó sexto con 1:46.70 en una serie dominada por el argelino Djamel Sedjati con 1:45.44.
Álvaro de Arriba, campeón de Europa bajo techo en 2019, corrió la tercera semifinal en situación teórica casi tan mala como la del murciano, con la segunda peor marca (1:44.85) de los participantes, y corrió la misma suerte.
El campeón de España se situó sexto al tomar la calle libre, se pasó el 400 en 52.07 y en la penúltima recta se vio muy atrás, séptimo. Su buen final le daba todavía esperanzas, pero cuando se abrió en la recta para lanzar el sprint las piernas no le respondieron. Se clasificó séptimo.
Adrián Ben, eliminado aquí en primera ronda, fue el último finalista español de 800 en unos Mundiales (sexto en Doha 2019).
Torrijos queda fuera en triple salto
Por su parte, el castellonense Pablo Torrijos quedó también eliminado este jueves en la ronda de clasificación de triple salto de los Mundiales de Eugene con un solo salto válido, de 13,62 metros, que le situó décimo en el grupo A.
Torrijos competía, con 30 años, por tercera vez en unos Mundiales. El castellonense, durante muchos años número uno español, quedó eclipsado con la nacionalización —en enero pasado— del cubano Jordan Díaz, el líder mundial del año (17,87) y ausente aquí porque hasta el año próximo no puede competir como español.
El español fue el primero en intervenir en busca de los 17,05 metros que daban la clasificación automática o al menos de una marca que le dejara entre los 12 mejores en una lista de 29, pero estivo lejos de su objetivo. Hizo un nulo en el primero, saltó 13,62 en el segundo turno y se despidió con un nuevo nulo.
El portugués de origen cubano Pedro Pablo Pichardo, campeón olímpico, necesitó un solo salto (17,16) para meterse en la final.

Mariano García y Álvaro de Arriba caen en semifinales de 800; Torrijos, eliminado en triple salto

España no tendrá representación el sábado en la final de 800 metros de los Mundiales de Atletismo de Eugene: sus dos semifinalistas, el murciano Mariano García y el salmantino Álvaro de Arriba, cayeron en la penúltima ronda con marcas respectivas de 1:46.70 y 1:46.30. Las semifinales recuperaban la complicada fórmula de paso que convierte al 800 en una de las pruebas de más difícil acceso a la final: solo los dos primeros de cada semifinal, y dos por tiempos, avanzaban hasta la final del sábado. El más mínimo error costaba la eliminación. Mariano García, actual campeón del mundo en pista cubierta, había sentido "sensaciones espectaculares" en la primera ronda, pero un día después el reto que afrontaba en la segunda semifinal era mayúsculo. Su marca personal (1:45.12) era la peor de todas. En una carrera con un parcial de 51.91 al paso por el 400, García llegó al último 200 en segunda posición, pero cuando en la recta final se desató el sprint, cedió unos metros y terminó arrojando la toalla cuando se vio fuera de las plazas de finalista. Terminó sexto con 1:46.70 en una serie dominada por el argelino Djamel Sedjati con 1:45.44. Álvaro de Arriba, campeón de Europa bajo techo en 2019, corrió la tercera semifinal en situación teórica casi tan mala como la del murciano, con la segunda peor marca (1:44.85) de los participantes, y corrió la misma suerte. El campeón de España se situó sexto al tomar la calle libre, se pasó el 400 en 52.07 y en la penúltima recta se vio muy atrás, séptimo. Su buen final le daba todavía esperanzas, pero cuando se abrió en la recta para lanzar el sprint las piernas no le respondieron. Se clasificó séptimo. Adrián Ben, eliminado aquí en primera ronda, fue el último finalista español de 800 en unos Mundiales (sexto en Doha 2019). Torrijos queda fuera en triple salto Por su parte, el castellonense Pablo Torrijos quedó también eliminado este jueves en la ronda de clasificación de triple salto de los Mundiales de Eugene con un solo salto válido, de 13,62 metros, que le situó décimo en el grupo A. Torrijos competía, con 30 años, por tercera vez en unos Mundiales. El castellonense, durante muchos años número uno español, quedó eclipsado con la nacionalización —en enero pasado— del cubano Jordan Díaz, el líder mundial del año (17,87) y ausente aquí porque hasta el año próximo no puede competir como español. El español fue el primero en intervenir en busca de los 17,05 metros que daban la clasificación automática o al menos de una marca que le dejara entre los 12 mejores en una lista de 29, pero estivo lejos de su objetivo. Hizo un nulo en el primero, saltó 13,62 en el segundo turno y se despidió con un nuevo nulo. El portugués de origen cubano Pedro Pablo Pichardo, campeón olímpico, necesitó un solo salto (17,16) para meterse en la final.

España no tendrá representación el sábado en la final de 800 metros de los Mundiales de Atletismo de Eugene: sus dos semifinalistas, el murciano Mariano García y el salmantino Álvaro de Arriba, cayeron en la penúltima ronda con marcas respectivas de 1:46.70 y 1:46.30.

Las semifinales recuperaban la complicada fórmula de paso que convierte al 800 en una de las pruebas de más difícil acceso a la final: solo los dos primeros de cada semifinal, y dos por tiempos, avanzaban hasta la final del sábado. El más mínimo error costaba la eliminación.

Mariano García, actual campeón del mundo en pista cubierta, había sentido «sensaciones espectaculares» en la primera ronda, pero un día después el reto que afrontaba en la segunda semifinal era mayúsculo. Su marca personal (1:45.12) era la peor de todas.

En una carrera con un parcial de 51.91 al paso por el 400, García llegó al último 200 en segunda posición, pero cuando en la recta final se desató el sprint, cedió unos metros y terminó arrojando la toalla cuando se vio fuera de las plazas de finalista. Terminó sexto con 1:46.70 en una serie dominada por el argelino Djamel Sedjati con 1:45.44.

Álvaro de Arriba, campeón de Europa bajo techo en 2019, corrió la tercera semifinal en situación teórica casi tan mala como la del murciano, con la segunda peor marca (1:44.85) de los participantes, y corrió la misma suerte.

El campeón de España se situó sexto al tomar la calle libre, se pasó el 400 en 52.07 y en la penúltima recta se vio muy atrás, séptimo. Su buen final le daba todavía esperanzas, pero cuando se abrió en la recta para lanzar el sprint las piernas no le respondieron. Se clasificó séptimo.

Adrián Ben, eliminado aquí en primera ronda, fue el último finalista español de 800 en unos Mundiales (sexto en Doha 2019).

Torrijos queda fuera en triple salto

Por su parte, el castellonense Pablo Torrijos quedó también eliminado este jueves en la ronda de clasificación de triple salto de los Mundiales de Eugene con un solo salto válido, de 13,62 metros, que le situó décimo en el grupo A.

Torrijos competía, con 30 años, por tercera vez en unos Mundiales. El castellonense, durante muchos años número uno español, quedó eclipsado con la nacionalización —en enero pasado— del cubano Jordan Díaz, el líder mundial del año (17,87) y ausente aquí porque hasta el año próximo no puede competir como español.

El español fue el primero en intervenir en busca de los 17,05 metros que daban la clasificación automática o al menos de una marca que le dejara entre los 12 mejores en una lista de 29, pero estivo lejos de su objetivo. Hizo un nulo en el primero, saltó 13,62 en el segundo turno y se despidió con un nuevo nulo.

El portugués de origen cubano Pedro Pablo Pichardo, campeón olímpico, necesitó un solo salto (17,16) para meterse en la final.