Mohamed Katir, el nuevo rey del mediofondo español que vino del otro lado del Estrecho

Nacido en Alcazarquivir, Marruecos, Mohamed Katir emigró a España para forjarse como atleta y escribir su nombre en los libros de historia de nuestro deporte. Su medalla de bronce en los 1.500 en el Mundial de Atletismo de Eugene 2022 no es más que la confirmación de que estamos hablando del nuevo rey del mediofondo que hacía tiempo que había perdido enteros en la Península.
El murciano es el cuarto medallista español de esta disciplina en un Mundial, pero al mismo tiempo el primero que vino de África para hacer renacer una prueba con mucha tradición en nuestro país. Algo de lo que él mismo se siente especialmente orgulloso.
«Me siento cien por cien español. He crecido y estudiado aquí, he pasado toda mi vida aquí, mi carrera como atleta se ha forjado aquí. Quiero competir como español y sólo como español», estas palabras antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sólo fueron el epílogo de un discurso reforzado tras el bronce en Eugene. «Estoy muy feliz por cómo lo he hecho y estoy muy orgulloso. Espero haya hecho disfrutar a España y a mi pueblo porque esto es sólo el comienzo», comentó exultante tras su éxito mundialista.
Y es que, por mucho que alguno se empeñe en señalarle, Katir vino del otro lado del estrecho para devolver a España a su lugar en la élite del mediofondo. Su madre, egipcia de nacimiento, y él llegaron a la Península en 1993 para reunirse con el padre de un Mohamed que sólo tenía cinco años en aquel momento.
Su aventura comenzó en Huesca, pero al poco tiempo la familia se trasladó a Mula, Murcia, donde se asentó definitivamente. Fue allí donde el atletismo apareció en la vida de Katir, que se empeñaba en darle al balón de fútbol sin demasiada clase.
Al ver una carrera de Mohamed en el colegio, Cristóbal Carlos se dio cuenta de que el chico tenía algo y empujó a sus padres a que le apuntasen al club de atletismo UCAM Cartagena. Allí nació la estrella que hoy se cuelga un bronce mundial al cuello, pero que no lo tuvo fácil en sus comienzos.
Katir estuvo entrenando durante años en caminos de tierra, corriendo alrededor de un lago, ya que en Mula no había pista de atletismo. Eso le hizo de otra pasta y le convirtió en el corredor que es hoy. Sin embargo, sus logros deportivos pasaban desapercibidos por una cuestión de bandera.

La carrera de la final de 1500 metros del Mundial de Eugene, Oregon, en el que Mohamed Katir ha sido bronce 🥉, Mario García Romo 4° e Ignacio Fontes 11° 🇪🇦pic.twitter.com/4V3rq8j8yw— Paris 2024 (@Tokio20206) July 20, 2022
Mohamed no consiguió la nacionalidad española hasta noviembre de 2019. Mientras tanto corría como marroquí y sus éxitos no eran tenidos en cuenta en las categorías inferiores de nuestro atletismo. Tanto que, antes de conseguir dicha nacionalidad, ganó el campeonato de España de 3.000 metros en pista cubierta, pero no recibió medalla por su condición de extranjero.
El pasaporte y su durísimo trabajo en Sierra Nevada junto a atletas de calidad mundial llegados de todas partes del mundo le hicieron dar un salto considerable el año pasado. Se podría decir que 2021 fue el momento de explosión de un Katir al que poco a poco se fue teniendo cada vez más en cuenta. El hecho de batir en poco más de un mes los récords nacionales de 1.500, 3.000 y 5.000 lo dice todo.
Tras vencer en el Campeonato de España y en tres pruebas de la prestigiosa Golden League, la medalla mundialista no era más que cuestión de tiempo. Eugene será siempre el lugar de la consolidación mundial de un Katir que no brilló en los Juegos Olímpicos de Tokio pero que devolvió a España donde se merece en Estados Unidos.

Mohamed Katir, el nuevo rey del mediofondo español que vino del otro lado del Estrecho

Nacido en Alcazarquivir, Marruecos, Mohamed Katir emigró a España para forjarse como atleta y escribir su nombre en los libros de historia de nuestro deporte. Su medalla de bronce en los 1.500 en el Mundial de Atletismo de Eugene 2022 no es más que la confirmación de que estamos hablando del nuevo rey del mediofondo que hacía tiempo que había perdido enteros en la Península. El murciano es el cuarto medallista español de esta disciplina en un Mundial, pero al mismo tiempo el primero que vino de África para hacer renacer una prueba con mucha tradición en nuestro país. Algo de lo que él mismo se siente especialmente orgulloso. "Me siento cien por cien español. He crecido y estudiado aquí, he pasado toda mi vida aquí, mi carrera como atleta se ha forjado aquí. Quiero competir como español y sólo como español", estas palabras antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sólo fueron el epílogo de un discurso reforzado tras el bronce en Eugene. "Estoy muy feliz por cómo lo he hecho y estoy muy orgulloso. Espero haya hecho disfrutar a España y a mi pueblo porque esto es sólo el comienzo", comentó exultante tras su éxito mundialista. Y es que, por mucho que alguno se empeñe en señalarle, Katir vino del otro lado del estrecho para devolver a España a su lugar en la élite del mediofondo. Su madre, egipcia de nacimiento, y él llegaron a la Península en 1993 para reunirse con el padre de un Mohamed que sólo tenía cinco años en aquel momento. Su aventura comenzó en Huesca, pero al poco tiempo la familia se trasladó a Mula, Murcia, donde se asentó definitivamente. Fue allí donde el atletismo apareció en la vida de Katir, que se empeñaba en darle al balón de fútbol sin demasiada clase. Al ver una carrera de Mohamed en el colegio, Cristóbal Carlos se dio cuenta de que el chico tenía algo y empujó a sus padres a que le apuntasen al club de atletismo UCAM Cartagena. Allí nació la estrella que hoy se cuelga un bronce mundial al cuello, pero que no lo tuvo fácil en sus comienzos. Katir estuvo entrenando durante años en caminos de tierra, corriendo alrededor de un lago, ya que en Mula no había pista de atletismo. Eso le hizo de otra pasta y le convirtió en el corredor que es hoy. Sin embargo, sus logros deportivos pasaban desapercibidos por una cuestión de bandera. La carrera de la final de 1500 metros del Mundial de Eugene, Oregon, en el que Mohamed Katir ha sido bronce 🥉, Mario García Romo 4° e Ignacio Fontes 11° 🇪🇦pic.twitter.com/4V3rq8j8yw— Paris 2024 (@Tokio20206) July 20, 2022 Mohamed no consiguió la nacionalidad española hasta noviembre de 2019. Mientras tanto corría como marroquí y sus éxitos no eran tenidos en cuenta en las categorías inferiores de nuestro atletismo. Tanto que, antes de conseguir dicha nacionalidad, ganó el campeonato de España de 3.000 metros en pista cubierta, pero no recibió medalla por su condición de extranjero. El pasaporte y su durísimo trabajo en Sierra Nevada junto a atletas de calidad mundial llegados de todas partes del mundo le hicieron dar un salto considerable el año pasado. Se podría decir que 2021 fue el momento de explosión de un Katir al que poco a poco se fue teniendo cada vez más en cuenta. El hecho de batir en poco más de un mes los récords nacionales de 1.500, 3.000 y 5.000 lo dice todo. Tras vencer en el Campeonato de España y en tres pruebas de la prestigiosa Golden League, la medalla mundialista no era más que cuestión de tiempo. Eugene será siempre el lugar de la consolidación mundial de un Katir que no brilló en los Juegos Olímpicos de Tokio pero que devolvió a España donde se merece en Estados Unidos.

Nacido en Alcazarquivir, Marruecos, Mohamed Katir emigró a España para forjarse como atleta y escribir su nombre en los libros de historia de nuestro deporte. Su medalla de bronce en los 1.500 en el Mundial de Atletismo de Eugene 2022 no es más que la confirmación de que estamos hablando del nuevo rey del mediofondo que hacía tiempo que había perdido enteros en la Península.

El murciano es el cuarto medallista español de esta disciplina en un Mundial, pero al mismo tiempo el primero que vino de África para hacer renacer una prueba con mucha tradición en nuestro país. Algo de lo que él mismo se siente especialmente orgulloso.

«Me siento cien por cien español. He crecido y estudiado aquí, he pasado toda mi vida aquí, mi carrera como atleta se ha forjado aquí. Quiero competir como español y sólo como español», estas palabras antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sólo fueron el epílogo de un discurso reforzado tras el bronce en Eugene. «Estoy muy feliz por cómo lo he hecho y estoy muy orgulloso. Espero haya hecho disfrutar a España y a mi pueblo porque esto es sólo el comienzo«, comentó exultante tras su éxito mundialista.

Y es que, por mucho que alguno se empeñe en señalarle, Katir vino del otro lado del estrecho para devolver a España a su lugar en la élite del mediofondo. Su madre, egipcia de nacimiento, y él llegaron a la Península en 1993 para reunirse con el padre de un Mohamed que sólo tenía cinco años en aquel momento.

Su aventura comenzó en Huesca, pero al poco tiempo la familia se trasladó a Mula, Murcia, donde se asentó definitivamente. Fue allí donde el atletismo apareció en la vida de Katir, que se empeñaba en darle al balón de fútbol sin demasiada clase.

Al ver una carrera de Mohamed en el colegio, Cristóbal Carlos se dio cuenta de que el chico tenía algo y empujó a sus padres a que le apuntasen al club de atletismo UCAM Cartagena. Allí nació la estrella que hoy se cuelga un bronce mundial al cuello, pero que no lo tuvo fácil en sus comienzos.

Katir estuvo entrenando durante años en caminos de tierra, corriendo alrededor de un lago, ya que en Mula no había pista de atletismo. Eso le hizo de otra pasta y le convirtió en el corredor que es hoy. Sin embargo, sus logros deportivos pasaban desapercibidos por una cuestión de bandera.

La carrera de la final de 1500 metros del Mundial de Eugene, Oregon, en el que Mohamed Katir ha sido bronce 🥉, Mario García Romo 4° e Ignacio Fontes 11° 🇪🇦pic.twitter.com/4V3rq8j8yw

— Paris 2024 (@Tokio20206) July 20, 2022

Mohamed no consiguió la nacionalidad española hasta noviembre de 2019. Mientras tanto corría como marroquí y sus éxitos no eran tenidos en cuenta en las categorías inferiores de nuestro atletismo. Tanto que, antes de conseguir dicha nacionalidad, ganó el campeonato de España de 3.000 metros en pista cubierta, pero no recibió medalla por su condición de extranjero.

El pasaporte y su durísimo trabajo en Sierra Nevada junto a atletas de calidad mundial llegados de todas partes del mundo le hicieron dar un salto considerable el año pasado. Se podría decir que 2021 fue el momento de explosión de un Katir al que poco a poco se fue teniendo cada vez más en cuenta. El hecho de batir en poco más de un mes los récords nacionales de 1.500, 3.000 y 5.000 lo dice todo.

Tras vencer en el Campeonato de España y en tres pruebas de la prestigiosa Golden League, la medalla mundialista no era más que cuestión de tiempo. Eugene será siempre el lugar de la consolidación mundial de un Katir que no brilló en los Juegos Olímpicos de Tokio pero que devolvió a España donde se merece en Estados Unidos.