Mourinho y su durísima reflexión sobre la guerra de Ucrania: «Es un fracaso humano antes que político»

El entrenador portugués del Roma José Mourinho declaró que «la guerra de Ucrania es un fracaso humano antes que político» y «algo difícil de explicar».
El técnico, ex de Real Madrid, Chelsea, Inter de Milan o Manchester United, entre otros, mostró su faceta más personal en una extensa entrevista con el cardenal José Tolentino de Mendonça, su compatriota, que publica este martes L’Osservatore Romano.
Mourinho no solo habló de fútbol. El setubalense dio a conocer su faceta más oculta, sus pensamientos sobre la guerra de Ucrania y su relación con Dios.
«Creo que la guerra en Ucrania es un fracaso humano antes que político. Es un fracaso brutal, es la pérdida de principios o el no desarrollo de los mismos, es la evolución del pensamiento humano en la dirección equivocada, lo que es fundamental y lo que es menos. Es algo difícil de explicar. Es un fracaso a todos los niveles de la humanidad: es nuestro fracaso», dijo sobre la invasión rusa a Ucrania.
El entrenador giallorossi, que ahora lucha por mantener la quinta plaza e intenta asaltar la cuarta, última de acceso a la Champions League, explicó cómo ve el fútbol actual, del que piensa que «tiene una faceta cruel».
«Pagas por tus errores. Si yo cometo un error, lo pago con el despido. Si un jugador comete un error, lo paga con no jugar. Hay algo cruel en ello, pero no podemos dejar que la naturaleza de nuestro trabajo se superponga a lo que somos como personas. Intento ayudar a los demás y a mí mismo a ser mejores. Una cosa que me cuesta aceptar es el desperdicio de talento, es algo que todavía, después de 30 años de fútbol, me cuesta aceptar», dijo.
«Hay algo cruel en el deporte de alto rendimiento, especialmente en el fútbol, que es el deporte más industrializado a todos los niveles», añadió.
Sobre el rendimiento en alta competición, el portugués cree que no vale solo con la táctica y la preparación. Hay que poner algo más. Algo que él liga a la «espiritualidad».
«Creo que en la preparación de una competición al más alto nivel, que implica una presión y una responsabilidad, tienes que poner algo más de lo que has entrenado, y creo que ese algo más está muy ligado a tu espiritualidad. Ese algo extra puede ser pensar en la gente que quiere que ganemos hoy. El aspecto táctico, técnico, físico y mental no es suficiente, se necesita algo más», explicó.
Además, confesó que en la intimidad, de lo último de lo que habla es sobre fútbol: «El fútbol es lo último de lo que hablo, es lo último en lo que pienso, lo último por lo que pido algo. Y eso es exactamente lo que estaba tratando de decir. Intentar ser un buen padre, un buen marido, hijo, un buen amigo, este intento es la mayor motivación que una persona puede tener en la vida».
Mourinho, así mismo, quiso dejar claro en la charla que su familia está por delante de cualquier cosa. Por delante de su trabajo y del fútbol. Y que el papa Francisco es una figura «inspiradora» para él.
«Hablo con Dios y siempre acabo diciendo: mi familia es más importante que esto. Échame una mano si tienes tiempo… pero si la elección tiene que ser entre el fútbol y el bienestar de la gente que quiero, no me lo pienso dos veces…», apuntó.
«El Papa me inspira porque puedo mirarle y, sin haber tenido el honor de conocerle, la escucho y no me canso. Veo esa sencillez, y me parece que es capaz de crear empatía con personas de credos diferentes al nuestro», confesó el técnico.

Mourinho y su durísima reflexión sobre la guerra de Ucrania: «Es un fracaso humano antes que político»

El entrenador portugués del Roma José Mourinho declaró que "la guerra de Ucrania es un fracaso humano antes que político" y "algo difícil de explicar". El técnico, ex de Real Madrid, Chelsea, Inter de Milan o Manchester United, entre otros, mostró su faceta más personal en una extensa entrevista con el cardenal José Tolentino de Mendonça, su compatriota, que publica este martes L'Osservatore Romano. Mourinho no solo habló de fútbol. El setubalense dio a conocer su faceta más oculta, sus pensamientos sobre la guerra de Ucrania y su relación con Dios. "Creo que la guerra en Ucrania es un fracaso humano antes que político. Es un fracaso brutal, es la pérdida de principios o el no desarrollo de los mismos, es la evolución del pensamiento humano en la dirección equivocada, lo que es fundamental y lo que es menos. Es algo difícil de explicar. Es un fracaso a todos los niveles de la humanidad: es nuestro fracaso", dijo sobre la invasión rusa a Ucrania. El entrenador giallorossi, que ahora lucha por mantener la quinta plaza e intenta asaltar la cuarta, última de acceso a la Champions League, explicó cómo ve el fútbol actual, del que piensa que "tiene una faceta cruel". "Pagas por tus errores. Si yo cometo un error, lo pago con el despido. Si un jugador comete un error, lo paga con no jugar. Hay algo cruel en ello, pero no podemos dejar que la naturaleza de nuestro trabajo se superponga a lo que somos como personas. Intento ayudar a los demás y a mí mismo a ser mejores. Una cosa que me cuesta aceptar es el desperdicio de talento, es algo que todavía, después de 30 años de fútbol, me cuesta aceptar", dijo. "Hay algo cruel en el deporte de alto rendimiento, especialmente en el fútbol, que es el deporte más industrializado a todos los niveles", añadió. Sobre el rendimiento en alta competición, el portugués cree que no vale solo con la táctica y la preparación. Hay que poner algo más. Algo que él liga a la "espiritualidad". "Creo que en la preparación de una competición al más alto nivel, que implica una presión y una responsabilidad, tienes que poner algo más de lo que has entrenado, y creo que ese algo más está muy ligado a tu espiritualidad. Ese algo extra puede ser pensar en la gente que quiere que ganemos hoy. El aspecto táctico, técnico, físico y mental no es suficiente, se necesita algo más", explicó. Además, confesó que en la intimidad, de lo último de lo que habla es sobre fútbol: "El fútbol es lo último de lo que hablo, es lo último en lo que pienso, lo último por lo que pido algo. Y eso es exactamente lo que estaba tratando de decir. Intentar ser un buen padre, un buen marido, hijo, un buen amigo, este intento es la mayor motivación que una persona puede tener en la vida". Mourinho, así mismo, quiso dejar claro en la charla que su familia está por delante de cualquier cosa. Por delante de su trabajo y del fútbol. Y que el papa Francisco es una figura "inspiradora" para él. "Hablo con Dios y siempre acabo diciendo: mi familia es más importante que esto. Échame una mano si tienes tiempo... pero si la elección tiene que ser entre el fútbol y el bienestar de la gente que quiero, no me lo pienso dos veces...", apuntó. "El Papa me inspira porque puedo mirarle y, sin haber tenido el honor de conocerle, la escucho y no me canso. Veo esa sencillez, y me parece que es capaz de crear empatía con personas de credos diferentes al nuestro", confesó el técnico.

El entrenador portugués del Roma José Mourinho declaró que «la guerra de Ucrania es un fracaso humano antes que político» y «algo difícil de explicar».

El técnico, ex de Real Madrid, Chelsea, Inter de Milan o Manchester United, entre otros, mostró su faceta más personal en una extensa entrevista con el cardenal José Tolentino de Mendonça, su compatriota, que publica este martes L’Osservatore Romano.

Mourinho no solo habló de fútbol. El setubalense dio a conocer su faceta más oculta, sus pensamientos sobre la guerra de Ucrania y su relación con Dios.

«Creo que la guerra en Ucrania es un fracaso humano antes que político. Es un fracaso brutal, es la pérdida de principios o el no desarrollo de los mismos, es la evolución del pensamiento humano en la dirección equivocada, lo que es fundamental y lo que es menos. Es algo difícil de explicar. Es un fracaso a todos los niveles de la humanidad: es nuestro fracaso«, dijo sobre la invasión rusa a Ucrania.

El entrenador giallorossi, que ahora lucha por mantener la quinta plaza e intenta asaltar la cuarta, última de acceso a la Champions League, explicó cómo ve el fútbol actual, del que piensa que «tiene una faceta cruel».

«Pagas por tus errores. Si yo cometo un error, lo pago con el despido. Si un jugador comete un error, lo paga con no jugar. Hay algo cruel en ello, pero no podemos dejar que la naturaleza de nuestro trabajo se superponga a lo que somos como personas. Intento ayudar a los demás y a mí mismo a ser mejores. Una cosa que me cuesta aceptar es el desperdicio de talento, es algo que todavía, después de 30 años de fútbol, me cuesta aceptar», dijo.

«Hay algo cruel en el deporte de alto rendimiento, especialmente en el fútbol, que es el deporte más industrializado a todos los niveles«, añadió.

Sobre el rendimiento en alta competición, el portugués cree que no vale solo con la táctica y la preparación. Hay que poner algo más. Algo que él liga a la «espiritualidad».

«Creo que en la preparación de una competición al más alto nivel, que implica una presión y una responsabilidad, tienes que poner algo más de lo que has entrenado, y creo que ese algo más está muy ligado a tu espiritualidad. Ese algo extra puede ser pensar en la gente que quiere que ganemos hoy. El aspecto táctico, técnico, físico y mental no es suficiente, se necesita algo más», explicó.

Además, confesó que en la intimidad, de lo último de lo que habla es sobre fútbol: «El fútbol es lo último de lo que hablo, es lo último en lo que pienso, lo último por lo que pido algo. Y eso es exactamente lo que estaba tratando de decir. Intentar ser un buen padre, un buen marido, hijo, un buen amigo, este intento es la mayor motivación que una persona puede tener en la vida«.

Mourinho, así mismo, quiso dejar claro en la charla que su familia está por delante de cualquier cosa. Por delante de su trabajo y del fútbol. Y que el papa Francisco es una figura «inspiradora» para él.

«Hablo con Dios y siempre acabo diciendo: mi familia es más importante que esto. Échame una mano si tienes tiempo… pero si la elección tiene que ser entre el fútbol y el bienestar de la gente que quiero, no me lo pienso dos veces…», apuntó.

«El Papa me inspira porque puedo mirarle y, sin haber tenido el honor de conocerle, la escucho y no me canso. Veo esa sencillez, y me parece que es capaz de crear empatía con personas de credos diferentes al nuestro», confesó el técnico.