Nadal es un extraterrestre: el sobrenatural passing a Zverev para salvar el primer set
Rafa Nadal vive en un constante estado de sobrenaturalidad. No solamente por vencer día tras día a sus problemas físicos en el pie, es que en la pista no para de salvar puntos imposibles partido tras partido.
Y si no, que se lo digan a Zverev. El alemán tuvo hasta cuatro bolas de set en el primero del encuentro y no fue capaz de materializar ninguna de ellas. Normal, enfrente tenía a Rafa Nadal.
El español tuvo que recurrir a la épica una vez más. Cuando todo parecía perdido en una de las esquinas de la pista, con Zverev en la red con todo a favor. Sacó fuerzas de flaqueza para recuperarse de manera increíble.
MINDBLOWING 🤯and trailing set point!#RolandGarros | @RafaelNadal pic.twitter.com/rSFQ97j0As— Roland-Garros (@rolandgarros) June 3, 2022
Gracias a su magnífica derecha y a sus imponentes piernas, pudo llegar a esa bola imposible. Y una vez conectó con la raqueta, lanzó un passing imposible para su rival. A contrapié y con un ángulo sobrenatural, evitó que Zverev se llevase el punto, frustrando cualquier intento que realizase.
Una muestra más del idilio que tiene Nadal en Roland Garros, su torneo favorito y allí donde ha sido más veces campeón que ningún otro.
Rafa Nadal vive en un constante estado de sobrenaturalidad. No solamente por vencer día tras día a sus problemas físicos en el pie, es que en la pista no para de salvar puntos imposibles partido tras partido.
Y si no, que se lo digan a Zverev. El alemán tuvo hasta cuatro bolas de set en el primero del encuentro y no fue capaz de materializar ninguna de ellas. Normal, enfrente tenía a Rafa Nadal.
El español tuvo que recurrir a la épica una vez más. Cuando todo parecía perdido en una de las esquinas de la pista, con Zverev en la red con todo a favor. Sacó fuerzas de flaqueza para recuperarse de manera increíble.
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— Roland-Garros (@rolandgarros) June 3, 2022
Gracias a su magnífica derecha y a sus imponentes piernas, pudo llegar a esa bola imposible. Y una vez conectó con la raqueta, lanzó un passing imposible para su rival. A contrapié y con un ángulo sobrenatural, evitó que Zverev se llevase el punto, frustrando cualquier intento que realizase.
Una muestra más del idilio que tiene Nadal en Roland Garros, su torneo favorito y allí donde ha sido más veces campeón que ningún otro.