Real Madrid vs Barça: un Clásico de pretemporada lleno de contrastes

Real Madrid y Barcelona se enfrentan en uno de los duelos estrella del verano. Un Clásico marcado por las diferentes corrientes vividas por ambos clubes en este verano. Dos modos de afrontar una nueva temporada completamente distintos. Aún así, un partido para calibrar cómo están los engranajes antes de que empiece lo bueno. Y cómo tal, Las Vegas reúne a dos de los grandes transatlánticos del fútbol en la madrugada de este domingo, como si de una gran velada de boxeo se tratase.
Por un lado, está la euforia culé. Gracias a las extraordinarias palancas activadas por su carismático presidente, Joan Laporta, el Barça ha conseguido lo que pocos pensaban: formar un equipo de garantías antes de que acabe julio. Algo prácticamente impensable ante los problemas económicos que azotaban al club.
Las llegadas de Lewandowski, Rapinha, Christensen o Kessié han levantado de sobremanera a la afición del club. Fichajes que les han permitido soñar con luchar cara a cara con el Madrid. Y más tras su contundente victoria frente al Inter de Miami en su desembarco en Estados Unidos marcada por la exhibición de Rapinha, al que ya comparan con Vinícius.
Por su parte, el Real Madrid llega con la austeridad que se le caracteriza durante los últimos veranos. Pese a desembolsar 100 millones por Tchouaméni y llevarse a Rüdiger gratis, el club blanco no está dispuesto a generar un desmadre que desestabilice al equipo. Una práctica habitual de su presidente Florentino Pérez, más de actuar en las sombras.
Para el conjunto madridista será el primer enfrentamiento de la pretemporada, una vara de medir a sus nuevos futbolistas y ver cómo afrontar un año crucial para otros. Es el caso de Modric o Kroos, que pueden enfrentarse a su última temporada en la entidad. Una vuelta al terreno de juego marcada por la tranquilidad que suele caracterizar al campeón de Europa.
Un duelo de altos vuelos impropio del mes de julio, un aperitivo para lo que espera a lo largo de toda la temporada. En ella, presumiblemente, Barcelona y Real Madrid lucharán por todo a cara de perro.

Real Madrid vs Barça: un Clásico de pretemporada lleno de contrastes

Real Madrid y Barcelona se enfrentan en uno de los duelos estrella del verano. Un Clásico marcado por las diferentes corrientes vividas por ambos clubes en este verano. Dos modos de afrontar una nueva temporada completamente distintos. Aún así, un partido para calibrar cómo están los engranajes antes de que empiece lo bueno. Y cómo tal, Las Vegas reúne a dos de los grandes transatlánticos del fútbol en la madrugada de este domingo, como si de una gran velada de boxeo se tratase. Por un lado, está la euforia culé. Gracias a las extraordinarias palancas activadas por su carismático presidente, Joan Laporta, el Barça ha conseguido lo que pocos pensaban: formar un equipo de garantías antes de que acabe julio. Algo prácticamente impensable ante los problemas económicos que azotaban al club. Las llegadas de Lewandowski, Rapinha, Christensen o Kessié han levantado de sobremanera a la afición del club. Fichajes que les han permitido soñar con luchar cara a cara con el Madrid. Y más tras su contundente victoria frente al Inter de Miami en su desembarco en Estados Unidos marcada por la exhibición de Rapinha, al que ya comparan con Vinícius. Por su parte, el Real Madrid llega con la austeridad que se le caracteriza durante los últimos veranos. Pese a desembolsar 100 millones por Tchouaméni y llevarse a Rüdiger gratis, el club blanco no está dispuesto a generar un desmadre que desestabilice al equipo. Una práctica habitual de su presidente Florentino Pérez, más de actuar en las sombras. Para el conjunto madridista será el primer enfrentamiento de la pretemporada, una vara de medir a sus nuevos futbolistas y ver cómo afrontar un año crucial para otros. Es el caso de Modric o Kroos, que pueden enfrentarse a su última temporada en la entidad. Una vuelta al terreno de juego marcada por la tranquilidad que suele caracterizar al campeón de Europa. Un duelo de altos vuelos impropio del mes de julio, un aperitivo para lo que espera a lo largo de toda la temporada. En ella, presumiblemente, Barcelona y Real Madrid lucharán por todo a cara de perro.

Real Madrid y Barcelona se enfrentan en uno de los duelos estrella del verano. Un Clásico marcado por las diferentes corrientes vividas por ambos clubes en este verano. Dos modos de afrontar una nueva temporada completamente distintos. Aún así, un partido para calibrar cómo están los engranajes antes de que empiece lo bueno. Y cómo tal, Las Vegas reúne a dos de los grandes transatlánticos del fútbol en la madrugada de este domingo, como si de una gran velada de boxeo se tratase.

Por un lado, está la euforia culé. Gracias a las extraordinarias palancas activadas por su carismático presidente, Joan Laporta, el Barça ha conseguido lo que pocos pensaban: formar un equipo de garantías antes de que acabe julio. Algo prácticamente impensable ante los problemas económicos que azotaban al club.

Las llegadas de Lewandowski, Rapinha, Christensen o Kessié han levantado de sobremanera a la afición del club. Fichajes que les han permitido soñar con luchar cara a cara con el Madrid. Y más tras su contundente victoria frente al Inter de Miami en su desembarco en Estados Unidos marcada por la exhibición de Rapinha, al que ya comparan con Vinícius.

Por su parte, el Real Madrid llega con la austeridad que se le caracteriza durante los últimos veranos. Pese a desembolsar 100 millones por Tchouaméni y llevarse a Rüdiger gratis, el club blanco no está dispuesto a generar un desmadre que desestabilice al equipo. Una práctica habitual de su presidente Florentino Pérez, más de actuar en las sombras.

Para el conjunto madridista será el primer enfrentamiento de la pretemporada, una vara de medir a sus nuevos futbolistas y ver cómo afrontar un año crucial para otros. Es el caso de Modric o Kroos, que pueden enfrentarse a su última temporada en la entidad. Una vuelta al terreno de juego marcada por la tranquilidad que suele caracterizar al campeón de Europa.

Un duelo de altos vuelos impropio del mes de julio, un aperitivo para lo que espera a lo largo de toda la temporada. En ella, presumiblemente, Barcelona y Real Madrid lucharán por todo a cara de perro.