Semenya relata que se ofreció a mostrar sus genitales para demostrar que no es un hombre

La atleta sudafricana Caster Semenya ha hablado sin tapujos sobre su conflicto con World Athletics, la federación internacional de atletismo, debido a la condición física que hace que tenga unos niveles de testosterona inusuales en mujeres.
Lo ha hecho en una entrevista en exclusiva con HBO Real Sports en la que aborda los años de sufrimiento por la medicación que fue obligada a tomar si quería seguir compitiendo en las pruebas en las que está especializada.
«Esa medicación me enfermó, me hizo subir de peso, tuve ataques de pánico, no sabía si alguna vez iba a tener un ataque al corazón. Es como apuñalarte con un cuchillo todos los días», relata Semenya, forzada a someterse a tratamiento al descubrirse que tenía testículos internos que provocaban el exceso de nanomoles de testosterona en su organismo.
Cuenta la tres veces campeona del mundo y dos veces campeona olímpica de 800m que hasta se ofreció a mostrar sus genitales a los responsables de su caso en la federación para demostrar que, pese a esa condición médica relacionada con el hiperandrogenismo, es una mujer:
«Ellos pensaron que tenía pene. Yo les dije: ‘Está bien. Soy mujer, no me importa. Si quieres ver que soy mujer, te mostraré mi vagina. ¿Estás de acuerdo?», relata en la entrevista.
Debido a los numerosos efectos secundarios que experimentó durante el tiempo que tomó la medicación y dada la normativa que regula la testosterona por debajo de 5 nanomoles desde los 400m hasta la milla, Semenya se vio obligada a aumentar su distancia fetiche, los 800m, para poder seguir compitiendo al negarse a seguir con el tratamiento.

Semenya relata que se ofreció a mostrar sus genitales para demostrar que no es un hombre

La atleta sudafricana Caster Semenya ha hablado sin tapujos sobre su conflicto con World Athletics, la federación internacional de atletismo, debido a la condición física que hace que tenga unos niveles de testosterona inusuales en mujeres. Lo ha hecho en una entrevista en exclusiva con HBO Real Sports en la que aborda los años de sufrimiento por la medicación que fue obligada a tomar si quería seguir compitiendo en las pruebas en las que está especializada. "Esa medicación me enfermó, me hizo subir de peso, tuve ataques de pánico, no sabía si alguna vez iba a tener un ataque al corazón. Es como apuñalarte con un cuchillo todos los días", relata Semenya, forzada a someterse a tratamiento al descubrirse que tenía testículos internos que provocaban el exceso de nanomoles de testosterona en su organismo. Cuenta la tres veces campeona del mundo y dos veces campeona olímpica de 800m que hasta se ofreció a mostrar sus genitales a los responsables de su caso en la federación para demostrar que, pese a esa condición médica relacionada con el hiperandrogenismo, es una mujer: "Ellos pensaron que tenía pene. Yo les dije: 'Está bien. Soy mujer, no me importa. Si quieres ver que soy mujer, te mostraré mi vagina. ¿Estás de acuerdo?", relata en la entrevista. Debido a los numerosos efectos secundarios que experimentó durante el tiempo que tomó la medicación y dada la normativa que regula la testosterona por debajo de 5 nanomoles desde los 400m hasta la milla, Semenya se vio obligada a aumentar su distancia fetiche, los 800m, para poder seguir compitiendo al negarse a seguir con el tratamiento.

La atleta sudafricana Caster Semenya ha hablado sin tapujos sobre su conflicto con World Athletics, la federación internacional de atletismo, debido a la condición física que hace que tenga unos niveles de testosterona inusuales en mujeres.

Lo ha hecho en una entrevista en exclusiva con HBO Real Sports en la que aborda los años de sufrimiento por la medicación que fue obligada a tomar si quería seguir compitiendo en las pruebas en las que está especializada.

«Esa medicación me enfermó, me hizo subir de peso, tuve ataques de pánico, no sabía si alguna vez iba a tener un ataque al corazón. Es como apuñalarte con un cuchillo todos los días», relata Semenya, forzada a someterse a tratamiento al descubrirse que tenía testículos internos que provocaban el exceso de nanomoles de testosterona en su organismo.

Cuenta la tres veces campeona del mundo y dos veces campeona olímpica de 800m que hasta se ofreció a mostrar sus genitales a los responsables de su caso en la federación para demostrar que, pese a esa condición médica relacionada con el hiperandrogenismo, es una mujer:

«Ellos pensaron que tenía pene. Yo les dije: ‘Está bien. Soy mujer, no me importa. Si quieres ver que soy mujer, te mostraré mi vagina. ¿Estás de acuerdo?», relata en la entrevista.

Debido a los numerosos efectos secundarios que experimentó durante el tiempo que tomó la medicación y dada la normativa que regula la testosterona por debajo de 5 nanomoles desde los 400m hasta la milla, Semenya se vio obligada a aumentar su distancia fetiche, los 800m, para poder seguir compitiendo al negarse a seguir con el tratamiento.