Sergio Scariolo, el alquimista de Brescia que convierte en oro todo lo que toca
Con la victoria cosechada contra Francia (88-76) en la final del Europeo, el seleccionador español, Sergio Scariolo, conquistó el quinto oro en diez campeonatos dirigiendo al equipo nacional, una trayectoria exitosa tras la que se esconde un grupo de ingenieros del baloncesto que ayudan a competir a los jugadores en cualquier escenario.
En sus dos etapas como seleccionador (2009-12 y 2015-22), ha conquistado cinco oros, una plata y dos bronces en campeonatos internacionales.
En la presente edición del Eurobasket, el preparador de Brescia ha disputado su décimo campeonato con la selección. Con él en el banquillo, España solo se ha quedado fuera de las medallas en el Mundial del año 2010 y en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y únicamente ha perdido una de las cinco finales que ha disputado (Juegos Olímpicos 2012).
Además, Scariolo se ha convertido en el segundo seleccionador con más medallas -cinco, cuatro de ellas de oro- de la larga historia de los Europeos, superando al serbio Dusan Ivkovic.
Alexander Gomelski, el legendario seleccionador de la Unión Soviética, se mantiene prácticamente inalcanzable en el podio de los técnicos con más medallas de la historia del campeonato continental con diez medallas, siete de ellas de oro.
La trayectoria exitosa de Scariolo no es fruto casualidad. Detrás del alquimista de la selección hay un grupo de hasta cinco ayudantes que trabajan a destajo para preparar cada partido.
Un equipo que trabaja a destajo y que apenas ha dormido
Detrás de las cifras hay mucho trabajo. Pocas selecciones del panorama continental tienen un cuerpo técnico tan numeroso. Luis Guil, que en los partidos da las órdenes en la mayoría de defensas de la selección, Ángel Sánchez-Cañete, Víctor García, Jorge Lozano y Manuel Aller forman parte de la guardia pretoriana del técnico italiano.
Todos ellos trabajan a destajo en las concentraciones para tener controlados a los rivales. Una vez el árbitro pita el final del encuentro, el día no acaba para los ayudantes de Scariolo, que se quedan hasta altas horas de la noche cortando vídeos y analizando jugadas para que sus pupilos tengan toda la información antes del siguiente duelo.
El libro táctico de Scariolo y su cuerpo técnico esconde entre 80 y 100 sistemas defensivos y ofensivos distintos. En la Federación Española de Baloncesto, valoran este trabajo de orfebrería y, en palabras de su presidente, Jorge Garbajosa, el entrenador italiano es «el mejor seleccionador del mundo».
Los jugadores también respetan la figura del seleccionador y sus ayudantes. «Tienen un ‘plan a’, ‘plan b’ y ‘plan z’. Hay mucho trabajo detrás de nosotros, somos ejecutores de un plan. Ellos son unos ingenieros del baloncesto y en ellos creemos», recordó Juancho Hernangómez tras la victoria contra Alemania.
En el presente Europeo, el alquimista de Brescia consiguió el más difícil todavía: que una selección joven, sin experiencia ni jugadores diferenciales ganara un metal cuando muy pocos creían en sus posibilidades. Una gesta memorable.
Con la victoria cosechada contra Francia (88-76) en la final del Europeo, el seleccionador español, Sergio Scariolo, conquistó el quinto oro en diez campeonatos dirigiendo al equipo nacional, una trayectoria exitosa tras la que se esconde un grupo de ingenieros del baloncesto que ayudan a competir a los jugadores en cualquier escenario.
En sus dos etapas como seleccionador (2009-12 y 2015-22), ha conquistado cinco oros, una plata y dos bronces en campeonatos internacionales.
En la presente edición del Eurobasket, el preparador de Brescia ha disputado su décimo campeonato con la selección. Con él en el banquillo, España solo se ha quedado fuera de las medallas en el Mundial del año 2010 y en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y únicamente ha perdido una de las cinco finales que ha disputado (Juegos Olímpicos 2012).
Además, Scariolo se ha convertido en el segundo seleccionador con más medallas -cinco, cuatro de ellas de oro- de la larga historia de los Europeos, superando al serbio Dusan Ivkovic.
Alexander Gomelski, el legendario seleccionador de la Unión Soviética, se mantiene prácticamente inalcanzable en el podio de los técnicos con más medallas de la historia del campeonato continental con diez medallas, siete de ellas de oro.
La trayectoria exitosa de Scariolo no es fruto casualidad. Detrás del alquimista de la selección hay un grupo de hasta cinco ayudantes que trabajan a destajo para preparar cada partido.
Un equipo que trabaja a destajo y que apenas ha dormido
Detrás de las cifras hay mucho trabajo. Pocas selecciones del panorama continental tienen un cuerpo técnico tan numeroso. Luis Guil, que en los partidos da las órdenes en la mayoría de defensas de la selección, Ángel Sánchez-Cañete, Víctor García, Jorge Lozano y Manuel Aller forman parte de la guardia pretoriana del técnico italiano.
Todos ellos trabajan a destajo en las concentraciones para tener controlados a los rivales. Una vez el árbitro pita el final del encuentro, el día no acaba para los ayudantes de Scariolo, que se quedan hasta altas horas de la noche cortando vídeos y analizando jugadas para que sus pupilos tengan toda la información antes del siguiente duelo.
El libro táctico de Scariolo y su cuerpo técnico esconde entre 80 y 100 sistemas defensivos y ofensivos distintos. En la Federación Española de Baloncesto, valoran este trabajo de orfebrería y, en palabras de su presidente, Jorge Garbajosa, el entrenador italiano es «el mejor seleccionador del mundo».
Los jugadores también respetan la figura del seleccionador y sus ayudantes. «Tienen un ‘plan a’, ‘plan b’ y ‘plan z’. Hay mucho trabajo detrás de nosotros, somos ejecutores de un plan. Ellos son unos ingenieros del baloncesto y en ellos creemos», recordó Juancho Hernangómez tras la victoria contra Alemania.
En el presente Europeo, el alquimista de Brescia consiguió el más difícil todavía: que una selección joven, sin experiencia ni jugadores diferenciales ganara un metal cuando muy pocos creían en sus posibilidades. Una gesta memorable.