Sombras en la España de Luis Enrique: muchos problemas defensivos y sin ideas en ataque

España volvió a encontrar con un partido muy trabado. El conjunto dirigido por Luis Enrique se mostró incapaz de superar a un rival muy inferior como es la República Checa. Un nuevo pinchazo en esta UEFA Nations League.
No hay frescura en ataque y tampoco hay contundencia atrás, provocando que la fragilidad de España sea constante en los últimos dos encuentros disputados en el parón. Una victoria que parecía muy asequible se transformó en debacle.
La defensa, quebradero constante
No es un problema nuevo para la Selección encontrarse con dudas en la última línea antes del portero. Ante República Checa volvieron a quedar evidentes con dos goles que desnudaron lo mucho que le queda por trabajar a Luis Enrique atrás.
El entrenador no ha encontrado la fórmula para dotar de seguridad a los suyos. El tanto de Pesek pronto desenmascaró las inexistentes costuras que tiene la zaga, a los tres minutos aprovechó un fuera de juego mal tirado para adelantar a los suyos.
El segundo gol vino precedido de un mal ajuste defensivo, esta vez por parte de Eric García. El central culé estuvo poco acertado a la hora de ir a cortar el balón, dejando solo al delantero rival.
Dudas que aparecen partido tras partido. Ante Portugal, el empate también vino precedido de una mala coordinación en la zaga. Es decir, cuatro puntos esfumados por la falta de contundencia en los defensas.
El ataque no tiene grandes soluciones
Probó el técnico con la presencia de Sarabia, De Tomás y Olmo arriba, pero tampoco funcionó. No salió bien la apuesta y apenas generaron arriba, donde se vieron superados por los checos de manera casi constante.
Gavi, centrocampista, fue el autor del único gol de España. Cierto es que la entrada de Asensio o Ferrán dieron un aire diferente a la Selección, anotándose en su cuenta un palo cada uno.
Morata, que marcó en el primer partido frente a Portugal, tampoco estuvo certero. No es que haya falta de gol, porque se ha marcado en ambos partidos, pero si que se echa en falta mayor alegría en las posiciones de ataque.
Tuvo que ser Iñigo Martínez, el central del Athletic, el que rescatase un partido que parecía acabar una vez más en debacle, mostrando la falta de efectividad de los atacantes españoles.

Sombras en la España de Luis Enrique: muchos problemas defensivos y sin ideas en ataque

España volvió a encontrar con un partido muy trabado. El conjunto dirigido por Luis Enrique se mostró incapaz de superar a un rival muy inferior como es la República Checa. Un nuevo pinchazo en esta UEFA Nations League. No hay frescura en ataque y tampoco hay contundencia atrás, provocando que la fragilidad de España sea constante en los últimos dos encuentros disputados en el parón. Una victoria que parecía muy asequible se transformó en debacle. La defensa, quebradero constante No es un problema nuevo para la Selección encontrarse con dudas en la última línea antes del portero. Ante República Checa volvieron a quedar evidentes con dos goles que desnudaron lo mucho que le queda por trabajar a Luis Enrique atrás. El entrenador no ha encontrado la fórmula para dotar de seguridad a los suyos. El tanto de Pesek pronto desenmascaró las inexistentes costuras que tiene la zaga, a los tres minutos aprovechó un fuera de juego mal tirado para adelantar a los suyos. El segundo gol vino precedido de un mal ajuste defensivo, esta vez por parte de Eric García. El central culé estuvo poco acertado a la hora de ir a cortar el balón, dejando solo al delantero rival. Dudas que aparecen partido tras partido. Ante Portugal, el empate también vino precedido de una mala coordinación en la zaga. Es decir, cuatro puntos esfumados por la falta de contundencia en los defensas. El ataque no tiene grandes soluciones Probó el técnico con la presencia de Sarabia, De Tomás y Olmo arriba, pero tampoco funcionó. No salió bien la apuesta y apenas generaron arriba, donde se vieron superados por los checos de manera casi constante. Gavi, centrocampista, fue el autor del único gol de España. Cierto es que la entrada de Asensio o Ferrán dieron un aire diferente a la Selección, anotándose en su cuenta un palo cada uno. Morata, que marcó en el primer partido frente a Portugal, tampoco estuvo certero. No es que haya falta de gol, porque se ha marcado en ambos partidos, pero si que se echa en falta mayor alegría en las posiciones de ataque. Tuvo que ser Iñigo Martínez, el central del Athletic, el que rescatase un partido que parecía acabar una vez más en debacle, mostrando la falta de efectividad de los atacantes españoles.

España volvió a encontrar con un partido muy trabado. El conjunto dirigido por Luis Enrique se mostró incapaz de superar a un rival muy inferior como es la República Checa. Un nuevo pinchazo en esta UEFA Nations League.

No hay frescura en ataque y tampoco hay contundencia atrás, provocando que la fragilidad de España sea constante en los últimos dos encuentros disputados en el parón. Una victoria que parecía muy asequible se transformó en debacle.

La defensa, quebradero constante

No es un problema nuevo para la Selección encontrarse con dudas en la última línea antes del portero. Ante República Checa volvieron a quedar evidentes con dos goles que desnudaron lo mucho que le queda por trabajar a Luis Enrique atrás.

El entrenador no ha encontrado la fórmula para dotar de seguridad a los suyos. El tanto de Pesek pronto desenmascaró las inexistentes costuras que tiene la zaga, a los tres minutos aprovechó un fuera de juego mal tirado para adelantar a los suyos.

El segundo gol vino precedido de un mal ajuste defensivo, esta vez por parte de Eric García. El central culé estuvo poco acertado a la hora de ir a cortar el balón, dejando solo al delantero rival.

Dudas que aparecen partido tras partido. Ante Portugal, el empate también vino precedido de una mala coordinación en la zaga. Es decir, cuatro puntos esfumados por la falta de contundencia en los defensas.

El ataque no tiene grandes soluciones

Probó el técnico con la presencia de Sarabia, De Tomás y Olmo arriba, pero tampoco funcionó. No salió bien la apuesta y apenas generaron arriba, donde se vieron superados por los checos de manera casi constante.

Gavi, centrocampista, fue el autor del único gol de España. Cierto es que la entrada de Asensio o Ferrán dieron un aire diferente a la Selección, anotándose en su cuenta un palo cada uno.

Morata, que marcó en el primer partido frente a Portugal, tampoco estuvo certero. No es que haya falta de gol, porque se ha marcado en ambos partidos, pero si que se echa en falta mayor alegría en las posiciones de ataque.

Tuvo que ser Iñigo Martínez, el central del Athletic, el que rescatase un partido que parecía acabar una vez más en debacle, mostrando la falta de efectividad de los atacantes españoles.