Una compañera de la nadadora transgénero Lia Thomas denuncia sentirse «incómoda» por tener que compartir vestuario

La participación de la nadadora transgénero Lia Thomas en la liga femenina universitaria de Estados Unidos lleva meses en el foco de la polémica. Algunas voces critican su ventaja física como hombre biológico y otras alzan la bandera de la igualdad para defender su inclusión.
En el segundo grupo destacan muchas de sus compañeras, pero también hay otras nadadoras que no lo ven con buenos ojos. Es el caso de la deportista de la Universidad de Kentucky Riley Gaines, quien no sólo ha denunciado la superioridad de Thomas sino que ha indicado sentirse incómoda al tener que compartir vestuario con ella.
«No fue algo de lo que nos hayan advertido, lo cual pienso que no fue justo en muchos sentidos, cambiarse en un vestuario con alguien que tiene partes diferentes», comentó, en el programa de Tucker Carlson de FOX.
«No sólo tenemos que competir con un hombre, estamos obligadas a cambiarnos con uno en el vestuario. Estamos sentadas ahí no sabiendo con quién estamos hablando, con quién quejarse… todo esto pasó por detrás y muy discreto», añade Gaines, que protesta porque nadie les explicó la situación.
La nadadora de la NCAA por Kentucky va más allá y califica de injusta la participación de Thomas por la ventaja que con la que cuenta como hombre biológico: «Estamos lidiando con algo que está totalmente fuera de nuestro control cuando estamos compitiendo, hombres biológicos. Si tienen diferente capacidad pulmonar, la altura, los niveles de testosterona, aun si usaron bloqueadores de testosterona o no, no quita la pubertad que tiene un hombre. Especialmente Lia quien nadó tres años como hombre», sentenció.
El futuro de Lia Thomas en las competiciones femeninas, especialmente en las de élite, que es el siguiente paso lógico en su carrera, está en el aire después de que la Federación Internacional de Natación (la FINA) tomara el pasado mes de junio le decisión de excluir a todas aquellas nadadoras transgénero que iniciaran su transición después de haber pasado la pubertad como hombres, como es el caso de la estrella de Penn State.

Una compañera de la nadadora transgénero Lia Thomas denuncia sentirse «incómoda» por tener que compartir vestuario

La participación de la nadadora transgénero Lia Thomas en la liga femenina universitaria de Estados Unidos lleva meses en el foco de la polémica. Algunas voces critican su ventaja física como hombre biológico y otras alzan la bandera de la igualdad para defender su inclusión. En el segundo grupo destacan muchas de sus compañeras, pero también hay otras nadadoras que no lo ven con buenos ojos. Es el caso de la deportista de la Universidad de Kentucky Riley Gaines, quien no sólo ha denunciado la superioridad de Thomas sino que ha indicado sentirse incómoda al tener que compartir vestuario con ella. "No fue algo de lo que nos hayan advertido, lo cual pienso que no fue justo en muchos sentidos, cambiarse en un vestuario con alguien que tiene partes diferentes", comentó, en el programa de Tucker Carlson de FOX. "No sólo tenemos que competir con un hombre, estamos obligadas a cambiarnos con uno en el vestuario. Estamos sentadas ahí no sabiendo con quién estamos hablando, con quién quejarse... todo esto pasó por detrás y muy discreto", añade Gaines, que protesta porque nadie les explicó la situación. La nadadora de la NCAA por Kentucky va más allá y califica de injusta la participación de Thomas por la ventaja que con la que cuenta como hombre biológico: "Estamos lidiando con algo que está totalmente fuera de nuestro control cuando estamos compitiendo, hombres biológicos. Si tienen diferente capacidad pulmonar, la altura, los niveles de testosterona, aun si usaron bloqueadores de testosterona o no, no quita la pubertad que tiene un hombre. Especialmente Lia quien nadó tres años como hombre", sentenció. El futuro de Lia Thomas en las competiciones femeninas, especialmente en las de élite, que es el siguiente paso lógico en su carrera, está en el aire después de que la Federación Internacional de Natación (la FINA) tomara el pasado mes de junio le decisión de excluir a todas aquellas nadadoras transgénero que iniciaran su transición después de haber pasado la pubertad como hombres, como es el caso de la estrella de Penn State.

La participación de la nadadora transgénero Lia Thomas en la liga femenina universitaria de Estados Unidos lleva meses en el foco de la polémica. Algunas voces critican su ventaja física como hombre biológico y otras alzan la bandera de la igualdad para defender su inclusión.

En el segundo grupo destacan muchas de sus compañeras, pero también hay otras nadadoras que no lo ven con buenos ojos. Es el caso de la deportista de la Universidad de Kentucky Riley Gaines, quien no sólo ha denunciado la superioridad de Thomas sino que ha indicado sentirse incómoda al tener que compartir vestuario con ella.

«No fue algo de lo que nos hayan advertido, lo cual pienso que no fue justo en muchos sentidos, cambiarse en un vestuario con alguien que tiene partes diferentes«, comentó, en el programa de Tucker Carlson de FOX.

«No sólo tenemos que competir con un hombre, estamos obligadas a cambiarnos con uno en el vestuario. Estamos sentadas ahí no sabiendo con quién estamos hablando, con quién quejarse… todo esto pasó por detrás y muy discreto», añade Gaines, que protesta porque nadie les explicó la situación.

La nadadora de la NCAA por Kentucky va más allá y califica de injusta la participación de Thomas por la ventaja que con la que cuenta como hombre biológico: «Estamos lidiando con algo que está totalmente fuera de nuestro control cuando estamos compitiendo, hombres biológicos. Si tienen diferente capacidad pulmonar, la altura, los niveles de testosterona, aun si usaron bloqueadores de testosterona o no, no quita la pubertad que tiene un hombre. Especialmente Lia quien nadó tres años como hombre«, sentenció.

El futuro de Lia Thomas en las competiciones femeninas, especialmente en las de élite, que es el siguiente paso lógico en su carrera, está en el aire después de que la Federación Internacional de Natación (la FINA) tomara el pasado mes de junio le decisión de excluir a todas aquellas nadadoras transgénero que iniciaran su transición después de haber pasado la pubertad como hombres, como es el caso de la estrella de Penn State.