Una pieza de 2 euros está detrás del pobre resultado de Fernando Alonso en Australia… pero en Alpine respiran

Para ser un deporte donde la tecnología es primera protagonista, la Fórmula 1 muchas veces depende de piezas absurdamente simples. El último ejemplo ocurrió en el GP de Australia con Fernando Alonso como protagonista.
El asturiano perdió una oportunidad de oro (según él iba en ritmo de pole, aunque eso es demasiado optimista) de lograr un gran resultado en la clasificación del sábado. El motor se le quedó bloqueado por una fuga hidráulica en el motor, causada por un fallo en el sellado del sistema de aceite. Ese fallo lo provocó la rotura de una junta tórica que es, simple y llanamente, una arandela de goma cuyo precio (se puede comprar en cualquier ferretería) es de aproximadamente 2 euros.
Por culpa de este incidente, Alonso salió 10º y no 2º, 3º, o 4º como parecía que iba a lograr, lo que unido a una estrategia discutible y un desgaste inesperadamente alto de los neumáticos medios acabó mandándole al último puesto de la carrera.
Más allá de este incidente, para Alonso es una noticia razonablemente buena que la avería haya sido tan simple de arreglar. El motor que usaron en la clasificación y posteriormente en la carrera del domingo, que es ya el tercero, podrá ser reutilizado en Imola o en próximos Grandes Premios si así lo desean.
«Tenemos un modo a prueba de fallos que trató de salvar el motor. Es decir, cuando hay una bajada en la presión del aceite, se activa el modo a prueba de errores y eso es lo que pasó. Así que el problema se solucionó cambiando una junta tórica», admitió Otmar Szafnauer, jefe de Alpine, tras la carrera.
No montar una cuarta unidad de potencia es clave. Si las previsiones de Alpine se cumplen, podrán salvar al menos una de las tres unidades de potencia que han cambiado (la de Bahréin), lo que unido a esta de Australia invita a tranquilizar a los agoreros que ya veían una penalización de 10 posiciones si no en la siguiente carrera en Italia en la próxima de Miami.

Una pieza de 2 euros está detrás del pobre resultado de Fernando Alonso en Australia… pero en Alpine respiran

Para ser un deporte donde la tecnología es primera protagonista, la Fórmula 1 muchas veces depende de piezas absurdamente simples. El último ejemplo ocurrió en el GP de Australia con Fernando Alonso como protagonista. El asturiano perdió una oportunidad de oro (según él iba en ritmo de pole, aunque eso es demasiado optimista) de lograr un gran resultado en la clasificación del sábado. El motor se le quedó bloqueado por una fuga hidráulica en el motor, causada por un fallo en el sellado del sistema de aceite. Ese fallo lo provocó la rotura de una junta tórica que es, simple y llanamente, una arandela de goma cuyo precio (se puede comprar en cualquier ferretería) es de aproximadamente 2 euros. Por culpa de este incidente, Alonso salió 10º y no 2º, 3º, o 4º como parecía que iba a lograr, lo que unido a una estrategia discutible y un desgaste inesperadamente alto de los neumáticos medios acabó mandándole al último puesto de la carrera. Más allá de este incidente, para Alonso es una noticia razonablemente buena que la avería haya sido tan simple de arreglar. El motor que usaron en la clasificación y posteriormente en la carrera del domingo, que es ya el tercero, podrá ser reutilizado en Imola o en próximos Grandes Premios si así lo desean. "Tenemos un modo a prueba de fallos que trató de salvar el motor. Es decir, cuando hay una bajada en la presión del aceite, se activa el modo a prueba de errores y eso es lo que pasó. Así que el problema se solucionó cambiando una junta tórica", admitió Otmar Szafnauer, jefe de Alpine, tras la carrera. No montar una cuarta unidad de potencia es clave. Si las previsiones de Alpine se cumplen, podrán salvar al menos una de las tres unidades de potencia que han cambiado (la de Bahréin), lo que unido a esta de Australia invita a tranquilizar a los agoreros que ya veían una penalización de 10 posiciones si no en la siguiente carrera en Italia en la próxima de Miami.

Para ser un deporte donde la tecnología es primera protagonista, la Fórmula 1 muchas veces depende de piezas absurdamente simples. El último ejemplo ocurrió en el GP de Australia con Fernando Alonso como protagonista.

El asturiano perdió una oportunidad de oro (según él iba en ritmo de pole, aunque eso es demasiado optimista) de lograr un gran resultado en la clasificación del sábado. El motor se le quedó bloqueado por una fuga hidráulica en el motor, causada por un fallo en el sellado del sistema de aceite. Ese fallo lo provocó la rotura de una junta tórica que es, simple y llanamente, una arandela de goma cuyo precio (se puede comprar en cualquier ferretería) es de aproximadamente 2 euros.

Por culpa de este incidente, Alonso salió 10º y no 2º, 3º, o 4º como parecía que iba a lograr, lo que unido a una estrategia discutible y un desgaste inesperadamente alto de los neumáticos medios acabó mandándole al último puesto de la carrera.

Más allá de este incidente, para Alonso es una noticia razonablemente buena que la avería haya sido tan simple de arreglar. El motor que usaron en la clasificación y posteriormente en la carrera del domingo, que es ya el tercero, podrá ser reutilizado en Imola o en próximos Grandes Premios si así lo desean.

«Tenemos un modo a prueba de fallos que trató de salvar el motor. Es decir, cuando hay una bajada en la presión del aceite, se activa el modo a prueba de errores y eso es lo que pasó. Así que el problema se solucionó cambiando una junta tórica«, admitió Otmar Szafnauer, jefe de Alpine, tras la carrera.

No montar una cuarta unidad de potencia es clave. Si las previsiones de Alpine se cumplen, podrán salvar al menos una de las tres unidades de potencia que han cambiado (la de Bahréin), lo que unido a esta de Australia invita a tranquilizar a los agoreros que ya veían una penalización de 10 posiciones si no en la siguiente carrera en Italia en la próxima de Miami.