Era la opción más remota que contemplaban las quinielas, pero los pronósticos están para romperlos y eso es lo que demostraron Cristina Bucsa y Sara Sorribes este domingo en el cuadro de dobles femenino del Mutua Madrid Open. La dupla española hizo historia al convertirse en la primera en triunfar en Madrid y salvó el orgullo del tenis nacional en un torneo marcado por las decepciones de los cuadros individuales y la retirada forzada de Granollers en el cuadro de dobles masculino

La edición 2024 de este esperado torneo llegaba cargada de expectación por la posibilidad de que Alcaraz, ganador de las dos anteriores, consiguiera el hito inédito de la triple corona consecutiva. A ello se sumaba la vuelta de Nadal, que pese a tener menos posibilidades en pleno proceso de recuperación, ilusionó mucho tras su primer avance en el torneo.

Por otro lado, el regreso de Badosa, el gran estreno de Jessica Bouzas y el gran nivel desplegado habitualmente por Sara Sorribes en la capital también daban algunos motivos para pensar en algo grande en el cuadro femenino. Y, quizás, lo más seguro podía ser la victoria de Marcell Granollers y Horacio Ceballos en el dobles masculino —flamantes N.º1 gracias a la victoria en los cuartos—, pero no, el éxito esta vez llegó por parte de una dupla que se estrenaba por primera vez ante su público… y vaya estreno.

Bucsa y Sorribes mejoran a Muguruza y Suárez

Sara Sorribes y Cristina Bucsa arrollaron al dueto formado por la checa Barbora Krejcikova y la alemana Laura Siegemund (6-0 y 6-2). Solo necesitaron setenta y tres minutos para lograr el triunfo más importante de sus respectivas carreras en esta modalidad.

Las primeras españolas en levantar el título en Madrid en la historia del torneo apabullaron a sus adversarias. Garbiñe Muguruza y Carla Suárez, finalistas en 2014 y 2015, rozaron el éxito pero hasta ahora, ni en individual femenino ni en dobles femeninos había habido un triunfo con una representante española.

Sin Alcaraz —eliminado en cuartos por Rublev y con molestias en el brazo, sin Nadal —eliminado en cuartos tras un papel notable a pesar de su incompleto proceso de recuperación—, sin Badosa —sumida en una espiral de malos resultados y sensaciones— y sin Marcel Granollers, el especialista en el dobles que se tuvo que marchar en semifinales sin jugar por la lesión de su compañero, el argentino Horacio Zeballos, todo quedaba en manos de Sorribes y Bucsa, que tuvieron un arranque arrollador y ganaron siete juegos seguidos ante unas consumadas especialistas como la checa y la alemana.

Bucsa ya tiene en su haber dos títulos de dobles y Sorribes, cuatro. Lejos del historial de sus adversarias, sobre todo de Krejcikova, que tiene en su palmarés 18 títulos, entre ellos dos Abiertos de Australia, dos Wimbledon, dos Roland Garros, un Abierto Estados Unidos y un oro en Juegos Olímpicos, todos con Katarina Siniakova. Por su parte, Laura Siegemund presume de un título y una final en el Abierto de Estados Unidos con Vera Zvonarerva, con la que también conquistó unas Finales WTA.

Krejcikova y Siegemund se emparejaron por primera vez a principios de este año, con un éxito rápido. Ya en 2024 habían llegado a las semifinales de Adelaida, a los cuartos de final del Abierto de Australia y a las semifinales de Stuttgart. En Madrid avanzaron con facilidad en estos quince días hasta llegar a su primera final como equipo sin perder un set.

«Muchas gracias por jugar. En esos últimos quince minutos sabía que esto no se nos podía escapar. Viva España. Muchas gracias por venir aquí», dijo Bucsa con el trofeo en la mano. «Sé que van a venir muchos más triunfos», añadió. «Dar las gracias a todos los que hacen posible este torneo. Es una maravilla poder jugar aquí, en esta pista. Y a todos los que me apoyan día a día», añadió en la pista Sara Sorribes.

Sabía que no se nos podía escapar, viva España

El equipo español, que no partía como favorito, inició a lo grande la final y se apuntó siete juegos seguidos. El techo se cerró, pero no cortó el ritmo de Sorribes y Bucsa, y, aunque sus rivales mejoraron y se apuntaron sus primeros parciales, en ningún momento cuestionaron el triunfo de las jugadoras locales.

Sara Sorribes y Cristina Bucsa han hecho historia. Han acabado con el maleficio del tenis español femenino en el torneo y se marchan con el triunfo de la Caja Mágica que salva el buen hacer habitual del tenis español en el torneo más importante que se celebra ‘en casa’.